Con el tiempo cuaresmal a la vuelta de la esquina, precedido por ahora, eso sí, de una prematura primavera, tuvo lugar la presentación de uno de los actos más íntimos y significativos para el Consejo Local de Hermandades y Cofradías (CHHCC) en torno a la obra anunciadora del que ha de ser el próximo 19 de febrero (primer lunes de Cuaresma) su Vía Crucis anual. El cartel, obra fotográfica de Óscar Torres y Juan M. Jurado, muestra la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con su característica cruz. La aparición de la venerada imagen no es casual, pues hace meses que se desveló con gran expectación cuál sería el Cristo con el que se evocaría este año la Pasión y Muerte de Nuestro Señor. Y el hecho de tratarse de la del Nazareno fue determinante.

 

La presentación fue conducida por la secretaria del CHHCC, María del Carmen Roldán, quien ofrecería un pequeño pregón que reeditó el sentido del Vía Crucis y la pasión que en este sentido sufrió el Señor. Lo hizo en presencia del hermano  mayor del Nazareno, Antonio Aguilar; del presidente del Consejo, Miguel Ángel Roldán Gutiérrez; y del vocal de Vía Crucis, José Antonio Rondán. La sala ‘La Molinera’, bautizada así en el monumental Palacio del Mayorazgo, recibiría la convocatoria, apoyada como no podía ser de otro modo por el Ayuntamiento a través, en este caso, de su joven delegada Beatriz Morón. El hermano mayor mostró su deseo de que la jornada de fe se desarrolle con eso, devoción y compostura ante el sentido luctuoso de la convocatoria.

El Vía Crucis en sí comenzará a las 20.00 horas con un rezo en la Basílica Menor dirigido por el sacerdote Manuel Jesús Ortiz. A partir de ahí, cada hermandad dará lectura a una estación del piadoso Vía Crucis, quedando ilustrado musicalmente por una agrupación de capilla. El traslado de San Agustín comenzará antes, a las 18.30 horas, para recorrer las calles San Juan, Alanises, Altozano, Piedra del Molino, Martín Montero, Bóvedas, Boticas, plaza de Boticas, Escribano, plaza del Cabildo, Gradas y entrada en el templo.

El retorno de la imagen a San Agustín una vez culminado el Vía Crucis se llevará a cabo de nuevo como una pequeña procesión que concluirá en torno a las 23.00 horas, quedando acompañada por el pueblo portando velas, la representación de la hermandad del Nazareno, estandarte de la hermandad…, todo ello dispuesto en filas con cirios y con la correspondiente representación de la Iglesia, el Ayuntamiento y el propio Consejo. Un sexteto musical y los acólitos precederán a la sagrada imagen que definitivamente cerrará el cortejo. La talla será portada por los hermanos que designe cada hermandad, cuya presencia es obligatoria dada la solemnidad del acto.

La delegada municipal Beatriz Morón expresó el apoyo a las tradiciones y a la cultura en general en nombre del Ayuntamiento, excusando en este sentido la ausencia del alcalde y el delegado de Cultura. La velada se cerró con las palabras del presidente del Consejo, que recalcó la solemnidad del Vía Crucis y agradeció tanta colaboración en torno a “esta oportunidad para renovar nuestra fe en la Cuaresma”, señaló Miguel Ángel Roldán en un nuevo pequeño pregón que trató, en suma, “de nuestro encuentro con Dios”.