Serena comenzó con un saque directo y acabó con un revés ganador al fondo de la pista. Y así, en la final número 50 de su carrera, destrozó el sueño de Henin, que después de 18 meses de retirada había vuelto al circuito, y con solo 11 partidos, incluido su acceso a la final de Brisbane, retó a la número uno en este Grand Slam.
La menor de las Williams ya tiene 12 de estos grandes, cinco en Melbourne.