Alrededor de la una y media de la madrugada del pasado miércoles unos diez ladrones encapuchados asaltaron una vivienda rural localizada entre los municipios de Bornos y Espera, a la altura de la Sierra del Calvario y junto a la cantera de áridos de la zona.
Al entrar en la finca los cacos agredieron al propietario, a su esposa e hijos que, aunque fuera de peligro, aún están muy nerviosos y angustiados por lo ocurrido. Los ladrones pegaron al hombre y a su hijo adolescente a los que además ataron para supuestamente cometer el robo con mayor tranquilidad.
Poco antes habían incluso reventado las ruedas de los tres vehículos que en esos momentos había en la finca con la supuesta intención de que las víctimas no pudieran seguirles y pedir ayuda. Del mismo modo, sustrajeron los teléfonos móviles que encontraron en la vivienda, varios electrodomésticos y cuanto pudieron observar de valor, incluyendo alguna cantidad económica que no ha trascendido.
Según el testimoniio de Pedro Lugo, hermano del propietario de la vivienda, los suyos se encuentran bien físicamente aunque han tenido que ser atendidos por los servicios sanitarios. En concreto, al propietario de la vivienda le han practicado ocho o nueve puntos de sutura en la frente y sufre un hematoma en la cabeza tras ser golpeado violentamente.
El mayor de los hijos fue golpeado igualmente en el rostro hiriéndole en los pómulos. A la mujer le habían puesto un puñal en el cuello para intimidarla “de muerte” y preguntarle dónde estaba el dinero y las joyas. El menor de los niños presenció la terrible escena.
El familiar de las víctimas ha confirmado que los ladrones entraron en la vivienda rural provistos de pistolas, cuchillos y machetes, y que posiblemente se desplazaban en una gran furgoneta a fin de transportar rápidamente lo robado. Una vez que los ladrones terminaron su fechoría se dieron a la huida, momento que aprovechó el propietario de la vivienda para, corriendo, acudir, a la casa de su hermano que se encuentra aproximadamente a medio kilómetro de distancia para dar aviso de lo ocurrido y que los suyos fueran atendidos lo antes posible.
Además, junto a las pertenencias robadas, los ladrones se llevaron 97 gallos de pelea que, según la familia, están debidamente federados para competir en peleas regladas.
Este medio ha sabido que hay ejemplares de esta raza que pueden alcanzar un gran valor en el mercado. De hecho, los afectados estiman en más de 80.000 euros la pérdida en este sentido. Las víctimas no sospechan de nadie, aunque señalan a ‘Viva Arcos’ que el ‘modus operandi’ de la banda es el mismo que el empleado en otros robos que se han perpetrado en la zona y en otros puntos de la provincia. Como última hora, la familia ha logrado recuperar algunos de los gallos robados y ya habría un detenido en Sevilla.
Robo en Jédula
De otro lado, este medio ha sabido de otro robo cometido con fuerza, en este caso en un conocido establecimiento de Jédula donde los ladrones han robado al parecer las máquinas tragaperras del local.