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Califato 3/4 avanza el videoclip ‘Andaluce yorá’ con la dirección de Juan Escribano Tamayo

Una irreverente obra con el cante de Andrés de Jerez y la coreografía de Carlos Carvento rodada íntegramente en el teatro Olivares Veas de Arcos

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Rodaje de 'Andaluce yorá' en el teatro Olivares Veas de Arcos.

Rodaje de 'Andaluce yorá' en el teatro Olivares Veas de Arcos.

Rodaje de 'Andaluce yorá' en el teatro Olivares Veas de Arcos.

Rodaje de 'Andaluce yorá' en el teatro Olivares Veas de Arcos.

Rodaje de 'Andaluce yorá' en el teatro Olivares Veas de Arcos.

Rodaje de 'Andaluce yorá' en el teatro Olivares Veas de Arcos.

El grupo musical Califato 3/4 ha estrenado hace tan sólo unos minutos el videoclip ‘Andaluce yorá’ (Andaluces llorad) con el cante jondo de Andrés de Jerez y la magnífica coreografía de Carlos Carvento. El título de la obra hace referencia a los versos del poeta y dramaturgo cordobés Miguel Romero Esteo. Se trata de un videoclip dedicado a la legendaria artista malagueña Pepa Flores (Marisol) y al citado poeta, pero también es “un homenaje a los andaluces que vivieron, sintieron y conmemoraron su tierra lejos de ella, así como un alegato al expolio y exilio andaluz desde la época morisca”.

El director del videoclip es el arcense Juan Escribano Tamayo, que para el rodaje regresó recientemente a Arcos para tomar como escenario el teatro Olivares Veas. El videoclip tiene “muchas capas, muchos teatros, muchas bambalinas y puede contener trazas de guiños lorquianos y ‘romeroesteosos’ de la mítica película ‘The Rocky Horror Picture Show’ en clave andaluza respetuosa e irreverente, donde al igual que en el largometraje mencionado en ‘Andaluces llorad’ son los cuerpos los que transitan física y emocionalmente, a través del espacio, los hechos y los acontecimientos que los desbordan. Cuerpos encarcelados en vida, abandonados,  que se resisten, que sufren, y que rara vez, vencen”. Este trabajo es, además, un “tránsito de movimientos coreografiados e interpretados por la hechicería y la firmeza de Carlos Carvento”.

El videoclip es cine mudo, y en este silencio está rodado en el teatro Olivares Veas de Arcos. Juan Escribano señala esta obra es “una lóbrega pieza con tintes de esperanza. Aquí en este teatro canta —sin estar— un eslabón perdido del cante jondo. El tema enfrenta con graves y caos el cante rancio y anárquico de Andrés de Jerez (1964) que enfoca emociones, fuerza y pureza contando y cantando como nadie la letra de un poema de Miguel Romero Esteo titulado ‘Hierofanía de los moriscos y el gran expolio’, que fue publicado en prensa en 1977 y que está muy vigente”.

Sí, hierofanía es una palabra rara, pero utilizarla no es más que una manera de reírse bebiendo vino del lenguaje. Esta hierofanía es una enumeración con humor y dolor de verdades de Andalucía en verso. Una hierofanía es la manifestación de lo sagrado en una realidad profana. O una persona o cosa en la que se manifiesta lo Sagrado”, señala Juan Escribano en alusión a la dosis de ironía que este trabajo entraña.

El videoclipo cuenta en su ficha técnica con la participación del actor Esteban Garrido y la actriz Eloína Marcos, de los también arcenses Salvador Pérez Salas, María Dolores Méndez Cerredo e Idelfonso Oñate Gómez. La dirección fotográfica es de Manu León y la coreografía e interpretación del citado Carlos Carvento.

El director del videoclip reflexiona con este escrito sobre la figura y dimensión artística de Marisol, a la que admira profundamente:Escribir sobre Pepa Flores siempre es una incógnita. Una incógnita, que más allá del morbo, resulta ser una vida y una carrera fascinante, valiente y llena de compromiso. Hablar de Pepa es hablar de la historia de España. De la España oscura, sumida al dolor y a las injusticias. Es hablar de la España de la transición, de la democracia, de los nuevos ideales. De la España que sintió libertad, aunque la sombra de aquellos previos años siguiera haciendo mella.

Pepa Flores, nacida en Málaga en 1948, fue descubierta por unos productores que rápidamente vieron en ella una actriz y cantante con un carisma y un talento único. Y así nació el personaje: Marisol, que en sus inicios fue uno de los iconos del cine de la época. Un fenómeno de masas muy bien medido que, en su adultez, cuando tomó voz propia, pasó de ser la niña bonita del régimen a una militante comunista que hizo de sus ideales parte de su vida.

Adentrarse en su vida es también profundizar en la historia de Andalucía. Pepa fue un cuerpo andaluz expropiado de su propia tierra sin tener en cuenta su propia voluntad. No por su corta edad, que también lo fue, si no por las circunstancias que rodeaban a las familias andaluzas en aquella época, que no veían otro futuro posible que buscarse el pan lejos de casa. Ella fue una más. Como ella misma dijo en su día “Una obrera de la cultura”.

Por fortuna, me gusta pensar que la vida de Pepa Flores fue (y es) una victoria. Una victoria donde gracias a su talento, en cualquiera de sus épocas, nos daba lo mejor de ella como actriz, como cantante y como activista. Esta victoria andaluza, la de ella, culmina con un silencio. Un silencio que se resiste a perder su propia identidad. Un silencio personal y una bajada de los escenarios, que a pesar de su longevidad y su perseverancia, nunca habían dicho tanto.

Enhorabuena Pepa. Y sobre todo, gracias”.

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