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Arcos y el turismo fijan su mirada en el mercado andalusí abierto en la calle Nueva

La hermandad del Rocío culminó su actividad benéfica con gran entrega y dedicación

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Mercado andalusí en la calle Nueva de Arcos.

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El casco antiguo de Arcos tiene por sí solo encantos suficientes para atraer cada fin de semana al turismo, pero si este se encuentra de sopetón con actividades como la celebrada el sábado, mejor aún. Es lo que ocurrió con el mercado andalusí organizado por la hermandad de Nuestra Señora del Rocío con la colaboración de la Delegación de Cultura, que tuvo a bien abrir al público una serie de puestos con productos y artículos en cierto modo vinculados a la cultura andalusí que también dejó su huella en la ciudad. Pero más allá de un acontecimiento cultural y turístico, el mercado fue un hecho solidario, pues lo recaudado vía venta directa fue a parar a la Bolsa de Caridad de la hermandad para que pueda seguir ayudando desde la Iglesia a las familias más pobres y necesitadas.

Incienso, productos de la repostería local como bollos de Semana Santa o rosquillas, frutos secos, panes, frutas, empanadas, chacinas, quesos, vinos… incluso un apetitoso ‘abajao’ elaborado por la hermana Rocío Benítez fueron algunos de los reclamos en los distintos puestos instalados, todos con una escenografía muy cuidada gracias al buen hacer los hermanos rocieros vestidos de la época, en una imagen que en gran medida recordó al Belén Viviente. A estos argumentos para visitar el mercado es preciso sumar la presencia en el recinto de un zancudo, una bailarina con su espectacular baile del vientre y el pasacalle también de un trío de música medieval que despertaron la curiosidad del público tanto en la plaza del Cabildo como en la calle Nueva donde se desarrollo el mercado en sí. Entre las anécdotas, uno de los figurantes fue el reciente rey mago Cristóbal Gil, propietario de la clínica odontológica de El Santiscal.

El alcalde de la ciudad, Miguel Rodríguez, y el delegado de Cultura, Andrés Camarena, apoyaron la actividad con su presencia. El segundo valoraba cómo el mercado ha sido una actividad cultural más de las muchas que jalonan el calendario municipal, pero también un acontecimiento turístico con lo que ello comporta para la economía local; ya se sabe, más turistas más mesas ocupadas en los establecimientos del recinto monumental.

La hermana mayor del Rocío, Rafaela Gómez, ponía el énfasis en la iniciativa particular de la responsable de Caridad de la hermandad, que venía pensando en alguna actividad para aumentar los fondos solidarios. La idea contó finalmente con la ayuda de Cultura de la que surgió este mercado que, en este sentido, pone de relieve la colaboración institucional-privada en beneficio de la población. Por su parte, Andrés Camarena anunciaba que esta será la línea de trabajo del Ayuntamiento en su plasmación cultural y turística. O, dicho de otro modo, aprovechar los recursos culturales que la propia historia ha regalado a la ciudad.

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