El Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Arcos ha convertido en significativo el acto de entrega de las pastas que han de encuadernar el próximo Pregón Oficial de Semana Santa que pronunciará el cofrade Pepe Olivera Castillo a sus 60 años. El archiconocido vecino de Arcos recibe así el testigo para la obra aún en fase de construcción que plasmará el 17 de marzo, a las 12.00 horas, en el teatro Olivares Veas.
El acto celebrado en el coro de la Basílica Menor de Santa María quedó abierto por la secretaria del Consejo, Mari Carmen Roldán, que dejó constancia de cómo por segundo año consecutivo se celebra este encuentro en los prolegómenos del pregón. El presidente del Consejo, Miguel Ángel Roldán, se mostró convencido de que el pregón emanará del corazón, “de la verdadera fe” de un cofrade que fue costalero de hermandades como Tres Caídas y Soledad, amén de ‘armao’ de San Antonio, y de cómo hablará de Dios para abrir la semana de pasión en Arcos, dando “la primera chicotá” de esa semana grande.
A la convocatoria se sumó el alcalde de la ciudad, Miguel Rodríguez, para felicitar el trabajo del CHHCC que “ahora brota en Cuaresma”, desear al “valiente” pregonero “que disfrute porque es una bendición de Dios”, agradecer a las hermandades igualmente “el trabajo del año con la solidaridad de fondo” y defender “la estética” en todos los sentidos. Del mismo modo, el delegado de Cultura, Andrés Camarena, agradeció la predisposición siempre del Consejo con el Ayuntamiento y trasladó como “una experiencia bonita” pronunciar el pregón como él mismo lo hizo.
Posteriormente, sería el presidente del Consejo quien pediría al alcalde que entregara las pastas del pregón a un emocionado Pepe Olivera, que desveló cómo el verano pasado se le encomendó la tarea que le produjo una emoción inmediata como no podía ser de otro modo. Pudo avanzar que hablará de su infancia, juventud y de su madurez porque siempre, dijo, ha visto la Semana Santa con los mismos ojos. Su pregón es aún un manuscrito escrito con la pluma que le regaló un niño y que seguro plasmará el corazón de un hombre “que ha disfrutado y disfruta”; una declaración en toda regla con la mirada al mayor acontecimiento que vive Arcos.
Las últimas palabras del acto fueron del asistente eclesiástico del Consejo, Manuel Jesús Ortiz, para instar a dar testimonio de Dios con humildad y desde la fe, y señalar que “todos somos una patrulla, un ejército de Dios para evangelizar, con nuestras virtudes y defectos ser instrumento de Dios”. El rezo del Avemaría cerró definitivamente la velada cofrade junto a las clásicas fotos de familia.