Arcos se ha dado su propia comisión para velar por el patrimonio público, sean monumentos, archivos y documentos o el entorno donde viven los ciudadanos y ciudadanas. Y es que el concepto de patrimonio es tan amplio como importante desde el punto de vista de la propiedad de una comunidad.
El Pleno municipal, y con el visto bueno de los cuatros grupos políticos que lo integran, dijo sí a la constitución del primer Consejo Sectorial de Patrimonio Histórico del Conjunto Monumental de Arcos de la Frontera, con lo cual se impulsa una de las propuestas más destacadas de la Delegación municipal de Cultura y Patrimonio que viene a proteger el casco histórico respecto a actuaciones arquitectónicas y otras decisiones que le afecten.
La idea es que la comisión tenga su continuidad en el tiempo y con carácter apolítico, pues se configura con expertos profesionales que poco, o nada, tienen que ver con la política. El grupo, que trabajará desinteresadamente codo con codo con la Delegación queda compuesto por dos arqueólogas (Pepa Lozano y Pepa Lozano Ramírez), dos historiadores (Antonio Jaén e Iván Lozano), un doctor experto en conservación y restauración (Francisco José Medina) y un arquitecto técnico (Pedro Valiente). No obstante, esta comisión o consejo, que queda presidido por el propio delegado de Cultura y Patrimonio, Andrés Camarena, es un órgano consultivo y asesor. Su creación es fruto de una apuesta electoral que ya expresó el PP y el ahora alcalde en la última campaña.
Un amplio recorrido
Desde 1962 Arcos es Conjunto Monumental. En 2024 el casco histórico se amplió desde San Francisco al Barrio Bajo, es decir, hasta extramuros de la ciudad. Se trata del ámbito de actuación de la comisión, que ya ha realizado algunas intervenciones como la retirada de elementos obsoletos, señales de tráfico, cartelería, etc. En suma, actuaciones en defensa del casco antiguo para su protección futura.
Sin embargo, es preciso sumar a ese ámbito el patrimonio natural y, en este sentido, espacios como la peña, la fuente del río, el paraje natural del embalse o el río Guadalete, así como los varios yacimientos arqueológicos de los que goza el término municipal.
En el consejo también tienen voz el presidente de la asociación vecinal del casco antiguo y otros colectivos sociales que puedan aportar ideas, proyectos o medidas que persigan esos objetivos.
“Creo que hemos hecho algo importante, una apuesta mía y del alcalde que, al fin y al cabo, tendría que haberse hecho hace años para evitarnos disgustos”, señala el delegado de Patrimonio comparando imágenes del Arcos de antes y el Arcos de ahora. “Nunca es tarde, es un reto personal que me he marcado para el tiempo en que estaré en política. Quiero aprovechar para agradecer la implicación de todas las personas que componen el consejo”.
Otros objetivos
Andrés Camarena cree que toda esa implicación no es más que el fruto del amor que todos profesan a la ciudad y a sus valores patrimoniales. Entre sus novedosas propuestas también figura la posible declaración de la parroquia de San Pedro como Bien de Interés Cultural (BIC) para lograr, tal vez, subvenciones que ayuden a la conservación monumental y en este caso del patrimonio religioso tan rico en una ciudad como Arcos. El delegado quiere trabajar, además, para conseguir ayudas europeas para el mantenimiento del patrimonio de titularidad municipal y, como aspiración en el tiempo, la apertura permanente del castillo ducal de la ciudad: “un proyecto precioso” que podría poner en valor nuevas zonas desconocidas dentro de esta joya arquitectónica.