La hermandad de San Antonio de Arcos vivió un día de gloria con la clásica procesión del santo, que estuvo precedida de una emotiva eucaristía en la parroquia de San Francisco en la que se repartió el famoso Pan de San Antonio como broche de oro, y en la que también intervendría con sus voces el coro de la hermandad. Ambos encuentros -misa y desfile- contaron con un importante acompañamiento, no sólo de la propia hermandad, sino de feligreses en general, autoridades y cofrades de otras hermandades, entre ellos el alcalde de la ciudad, Miguel Rodríguez. Con la aparición por el pórtico de la cruz parroquia daba inicio una procesión en la que las cargueras del paso dieron fe una vez más de su buen hacer. La imagen del santo, que luce en todo su esplendor tras su reciente restauración que todo Arcos pudo disfrutar la pasada Semana Santa (fue la única hermandad junto con La Borriquita que pudo salir a la calle aunque fuera por unos minutos). San Antonio, con su halo franciscano, se mostró con el característico Niño Jesús en su mano izquierda, sobre un exorno de flores blancas y amarillas. Con su procesión, la hermandad del Martes Santo cierra sus cultos en honor a su santo titular.
