Andalucía no puede entenderse sin Cádiz. Desde nuestro puerto partieron, en los siglos de bonanza económica, numerosos buques que llevaron las excelencias de esta tierra por todos los confines del mundo. Hoy día, nuestras particularidades nos hacen, sin duda, especiales. El carácter alegre y reivindicativo de los andaluces nos convierte en una comunidad muy apreciada en toda España. La luz y la alegría, tan presentes en Cádiz, son señas de identidad de toda Andalucía, como bien podemos comprobar cada año gracias a los millones de personas que nos visitan.
El día de Andalucía es, también, una jornada para recordar a todos aquellos políticos y agentes sociales que hicieron posible que nuestra comunidad cuente con un Estatuto de Autonomía. El esfuerzo de estas personas ante las adversidades en unos años complicados no ha caído en el olvido. Es justo reconocerles su trabajo y siempre deberemos estarles agradecidos por su labor.
Un día, en definitiva, para que las andaluzas y los andaluces nos sintamos aún más orgullosos, y sigamos trabajando para que nuestra querida Andalucía avance hacia el lugar que, por historia, le corresponde. Disfruten del 28 de febrero.
