Se cumple un año de la toma de posesión del equipo de Gobierno PP y Ai-Pro -el de Arcos estuvo entre los ayuntamientos más rezagados por algunas desavenencias en torno al resultado electoral-, aniversario del que bien merece la pena recoger la opinión del principal actor de la política arcense, el alcalde y presidente local de su partido. Miguel Rodríguez parte de una semana frenética respecto a apariciones mediáticas, lo que le confiere inevitablemente gran confianza en lo que los medios podamos transmitir a la sociedad sobre su gestión.
Con gran frecuencia, y como expresión recurrente, se dice que “una cosa es estar en la oposición y otra gobernar”. En su caso, no sabe lo que es estar en la oposición porque nunca lo ha estado. ¿Ha sido esta situación un inconveniente de cara al conocimiento de la realidad de la ciudad y del funcionamiento del propio Ayuntamiento?
– Comunicar es una forma de gobernar con transparencia, explicar a nuestros vecinos y vecinas lo que estamos haciendo y lo que queremos hacer. Tenemos la suerte de tener medios cuya información trasciende a la población. Respecto a la pregunta, vengo de gobernar en la Junta de Andalucía y, efectivamente nunca he estado en la oposición. Pero sí tengo concejales que han estado en la oposición y que me han prestado su experiencia en este sentido, como Oliver Verhoeven que lleva años en la política municipal. He intentado aprender y dejarme llevar por los funcionarios que al fin y al cabo son los que tienen un conocimiento objetivo del funcionamiento del Ayuntamiento.
Usted ha logrado algunos de sus objetivos políticos y personales en un tiempo meteórico. ¿Se considera una persona de suerte?
–Soy una persona de suerte, pero la busco trabajando. Aquí no se consiguen las cosas milagrosamente, sino trabajando mucho y llamando a las puertas de otras administraciones: Junta, Diputación... Mis compañeros son gente trabajadora y ello ha dado resultado. En un año de trabajo hemos cumplido muchas cosas y otras cosas que se están cociendo.
¿Hasta qué punto un lema es importante de cara a cambiar la realidad de una comunidad? ‘Arcos en marcha’ ha sido su particular ‘latiguillo’ durante todo este año. ¿Es de los que piensan eso de que de tanto proclamar algo quedará?
–Cuando me presenté de candidato, me enfrenté a diversos retos, pero uno que me preocupaba particularmente era que Arcos estaba muerto a nivel cultural, de ocio... Me lo decía especialmente la gente joven. Me propuse poner Arcos en marcha porque estaba paralizado. Nuestro objetivo fue activarlo y es lo que estamos haciendo, cumpliendo con nuestra palabra. Ese eslogan es una forma de trabajar.
Aunque le moleste el comentario por de donde viene, si algo caracteriza a su equipo de Gobierno es su capacidad de montar nuevos eventos, sean festivos, culturales o sociales. ¿Cree que había un déficit en este sentido; es decir, de actividades que sacaran a la calle a la población y, de paso, olvidarnos del Covid y de todo lo que trajo consigo de soledad y aislamiento social?
–La oposición suele decir que todo lo que hacemos son fiestas. En absoluto, estamos haciendo inversiones de todo tipo y trabajando en todas las áreas, pero las fiestas es lo más llamativo porque es lo que se ve. Cuando hay eventos son muy visibles de cara a la población. No todos los ciudadanos se percatan de un asfaltado o del arreglo de una avería, pero sí de las fiestas. Pero es preciso distinguir, porque, por ejemplo, la Noche en Blanco es una actividad cultural, o la Noche de las Velas, Onzuria o La Pasión según Arcos. No son fiestas, sino actividades culturales que ponen en valor nuestro patrimonio y que, por cierto, cuestan poco dinero organizar. Seguiremos en esa senda para dar contenidos. No sólo hemos conseguido sacar a la gente a la calle, sino evitar que se vaya fuera e incluso atraer a personas de otros lugares para disfrutar en Arcos. Era un objetivo que hemos conseguido en un tiempo récord.
Toda gestión pública está condicionada por los números. Según los datos de Intervención, el equipo de Gobierno le hizo entrega de un Ayuntamiento endeudado en unos 70 millones de euros. Podrían haber sido muchos más según el anterior ejecutivo. ¿Hasta qué punto limita esa deuda el trabajo del día a día y el desarrollo de sus proyectos? Todavía tenemos un plan de ajuste que hay que cumplir para ponernos al día con el Ministerio de Hacienda...
–Desde luego, es un condicionante llegar y encontrarte con 70 millones de euros de deuda pública. El día que firmé el acta de arqueo firmé esa deuda como alcalde. Efectivamente tenemos un plan de ajuste con el que el Ministerio de Hacienda nos pide correcciones para que no empeore la situación económica del Ayuntamiento. Esto implica que la inversión propia está limitada a un millón y medio de euros. Eso nos limita a la hora de desarrollar proyectos nuevos. La alternativa es llamar a la puerta de otras administraciones y pedirles ayuda para desarrollar nuestras inversiones y equipamientos, para dar un buen servicio. La economía municipal no es mala, es malísima. Cuando llegamos tuvimos que pagar un dineral a proveedores, por encima incluso de lo que nos exigía el plan de ajuste; teníamos los servicios de luz sin contrato alguno y había una deuda importante con Verinsur por el servicio de traslado de los residuos del municipio a su planta, concretamente los enseres que durante un tiempo no se retiraron de las calles. Había facturas sin pagar, un desastre de gestión que poco a poco vamos formalizando para normalizar la situación.
En un año se han aprobado dos presupuestos generales y usted lo considera un logro, sobre todo después de lo visto y vivido. ¿Garantizan esos presupuestos el funcionamiento de la ciudad y la atención a posibles incidencias?
–Deben garantizarlos. El Presupuesto es una herramienta necesaria, también para evitar continuos levantamientos de reparo en el Pleno. Tenemos que tener un presupuesto actualizado, con sus partidas cargadas que nos permitan gestionar. Es cuestión, como suelo decir, de remangarse y ponerse a trabajar. En un año hemos hecho dos presupuestos, pero también porque estábamos obligados si queríamos sacar adelante la piscina cubierta y otros proyectos. Si no tuviéramos Presupuesto, la piscina se hubiera quedado parada y devolver la subvención con lo que ello implica. Ya estamos trabajando en el Presupuesto de 2025. El PSOE no hizo presupuestos y eso nos llevó, por ejemplo, a no poder firmar el convenio de La Verbena con la Junta, a tener paralizada la obra del cementerio, etc. La realidad es que si no tienes presupuesto, tienes paralizada la ciudad.
Hay otros dos asuntos que han marcado y marcan el actual mandato: los problemas de la calidad del agua y del deslizamiento de terrenos en zonas céntricas. Sus proyectos de recuperación de la potabilizadora y las mejoras en la red, y respecto al segundo tema, las fases de obras previstas en La Verbena y la inquietud en Las Canteras con el estado de varias viviendas no dejan de ser por ahora declaraciones de intenciones. ¿Cuándo veremos por tanto las primeras actuaciones?
–He tenido ocasión de explicar a la vecindad de La Verbena cómo ha sido el camino. Cuando llegamos había una fase de obras en marcha por la Diputación, que actuó en las redes internas. Pero el convenio con la Junta no se firmó porque el Ayuntamiento se había comprometido a poner una parte del dinero que no tenía. Como esa parte no se podía cumplir no se firmó el convenio. ¿Qué hicimos nosotros? Buscar dinero. Como curiosidad, el gasto de la piscina cubierta absorbía el capítulo de inversión. Es decir, no había dinero para La Verbena. Por eso digo lo importante que es tener un presupuesto. Nos fuimos a Diputación y después de trabajar conseguimos casi medio millón de euros. Ahora estamos cerrando ya con la Junta la firma del convenio para la reurbanización de la barriada. Pero no nos vamos a quedar ahí, pues arreglaremos el parque que está destrozado. Así cerraremos el círculo para dotar a Arcos de una entrada en condiciones. Respecto a los deslizamientos de terrenos (fue un gobierno de España del PP el que llevó a cabo el pilotaje de la barriada), estamos en una zona inestable y tendrá que pasar el tiempo para ver los resultados. También estamos preocupados con el caso de la barriada La Soledad cuyo estudio geotécnico habla de posibles diversas causas. Tendremos que ayudar a nuestros vecinos a mejorar su calidad de vida siempre que la Ley lo permita. Y sobre el agua, en cantidad y calidad, tenemos agua aún de acuíferos pero no sabemos hasta cuándo suministrarán a la población. Pero para curarnos en salud he solicitado a la Junta que haga un pozo ante un posible problema de abastecimiento. Además, a través del plan ‘Cádiz Marcha 2024’ de Diputación hemos conseguido casi 900.000 euros cuya mayor parte vamos a dedicar al agua con la puesta en marcha de la potabilizadora para que el agua llegue a los hogares en condiciones óptimas. Creo que estamos haciendo bien las cosas pero las soluciones no pueden llegar de un día para otro. Esperamos a los ensayos de Aqualia sobre el sistema de filtrado del agua. Cuando tengamos los resultados pondremos en marcha la potabilizadora. Hemos trabajado en todas las opciones, sin descartar que algún día nos unamos al Consorcio provincial de Aguas con la ayuda de otras administraciones porque esa inversión se escapa de nuestras posibilidades.
La recuperación y puesta en valor del patrimonio local. Dicho así parece algo muy ambicioso o pretencioso, ¿no tiene la sensación de que vamos un poco tarde, que una ciudad como Arcos se merecía sin duda una mayor protección de este legado por su cantidad de monumentos y recursos de todo tipo?
–El patrimonio es la seña de identidad de Arcos. Si perdemos el patrimonio perdemos nuestro ser. No entiendo cómo hasta hoy no ha habido una delegación municipal de Patrimonio. Hemos puesto en marcha una comisión que fue un compromiso electoral, personas profesionales y especialistas que velan por el cuidado del patrimonio y alimentan a la Delegación en asuntos importantes. Ese consejo sectorial ha empezado por cosas tan sencillas como el blanqueo de fachadas y barrancos, retirada de señales obsoletas, etc. Seguiremos en esa senda. Aprovecho para agradecer a la comisión su trabajo.
La limpieza pública de un municipio es una de sus tarjetas de presentación. Su delegado de Medio Ambiente se ha quejado de falta de medios humanos para atender tantas zonas verdes de una tacada, para recoger la basura sin incidencias provocadas muchas veces por el propio comportamiento ciudadano… ¿Es Arcos ahora una ciudad, si cabe más limpia?
–Creo que estamos en los mismos estándares de limpieza pública que el anterior gobierno. Cuando llegamos al Ayuntamiento nos encontramos que el servicio de limpieza estaba externalizado, lo cual nos parece bien, pero es cierto que el contrato era corto porque faltaba personal. Arcos es muy grande, con muchas barriadas y una población dispersa. Seguimos estudiando cómo mejorar el servicio, pero estamos continuamente encima de la empresa para que dé lo mejor de sí. Siempre hay cosas que mejorar, y también podemos mejorar nosotros como ciudadanos. Y ahora toca reñir por los vertidos de escombros, pues el Seprona(Guardia Civil) nos ha advertido en este sentido y podría sancionar si continúan esas prácticas. Hay plantas cercanas a Arcos para depositar escombros. Estamos estudiando un plan para acabar con estas prácticas, ojalá lo consigamos. Si queremos un pueblo limpio, no podemos estar constantemente ensuciándolo. También suelo encontrarme muchas latas de bebidas arrojadas en el suelo, los rascas de la ONCE... Como alcalde me toca también llamar la atención para una limpieza más acorde. Exigiremos a la empresa pero al mismo tiempo al ciudadano para que Arcos esté limpio.
Pero, sin duda, el mayor patrimonio de Arcos es su población, su gente. ¿Está amparada por las políticas sociales? ¿Qué incidencia está teniendo por ejemplo el trabajo con de la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social (Eracis)? El Ayuntamiento de Arcos ya tiene una larga trayectoria en sus Servicios Sociales Comunitarios, una dilatada experiencia, supongo, decisiva en la gestión de situaciones que afectan a las personas, a los menores y a las familias…
–Creo que sí, y además en el Presupuesto aprobado hemos subido el gasto social como una apuesta decidida. Quiero entender que la vulnerabilidad es una circunstancia; cuando una familia la sufre tenemos que estar ahí para echarle un cable. En Servicios Sociales hay profesionales como la copa de un pino. Con la Eracis se nos ayuda a crear itinerarios de acompañamiento sociolaboral que buscan la inserción laboral de las personas. Yo creo que lo vamos a conseguir, también con la voluntad de las personas usuarias. Este plan ayuda como una oportunidad a las familias, a tener una mejor economía y una mejor vida. Vamos a cambiar nuestros barrios y, por ende, nuestro pueblo. La vulnerabilidad se traduce al fin y al cabo en el empleo, y la formación es clave como camino hacia el empleo. Lo tengo claro, y ahí tenemos que ayudar a nuestros vecinos. Nos comprometimos a reactivar las antiguas casas de oficio y talleres de empleo, pero cuando llegamos al Ayuntamiento nos encontramos que no había aulas homologadas, sin las cuales la Junta no nos podía conceder programas de formación. Ya las tenemos y podemos pedir formación. Mientras más abarquemos en formación más empleo tendrá nuestra gente y menos vulnerabilidad. También la Junta nos ha garantizado un plan de empleo. Además estamos desarrollando un curso de marroquinería para diez mujeres, que aunque parezca poco va a crear puestos de trabajo por el nivel de formación. Es una formación muy demandada.
Hablando de empleo. El paro no ha hecho más que bajar progresivamente el último año. ¿Contento moderadamente?
–Todos los meses mejoramos la tasa de ocupación. Es decir, que cada mes hay menos paro. Eso es una señal de recuperación y de que Arcos está en marcha. Pero eso no quiere decir que el responsable sea el Ayuntamiento, que solo pone las herramientas y las circunstancias para el empleo. Hay que agradecérselo a las empresas y al interés de la población por formarse. También hay gente que sale fuera de Arcos para trabajar. Pero es cierto que la tendencia es positiva. Ojalá se mantenga.
La prestación sanitaria ha sido uno de los asuntos por los que se le ha criticado este mandato con los cambios producidos en la Pediatría. Con este panorama, ¿diría que está en disposición de retomar un proyecto de centro de especialidades en Arcos?
–Estamos solicitando a la Junta ese centro de especialidades porque es importante para Arcos. Respecto al pediatra, lo he dicho muchas veces: la Junta nos dijo que no había profesionales, incluso en Ubrique no había pediatras por citar un ejemplo. La Junta creyó conveniente centralizar el servicio por cuestión de organización. Es una especialidad con pocos pediatras y por tanto necesitaba una reorganización. Creo que los padres y madres están contentos. Yo, como alcalde, trasladé el problema a la Junta.
Ha pasado un año y casi no nos hemos dado cuenta. Quizás este segundo año de mandato, que como nuevo curso político arranca teóricamente en septiembre, sea más importante de cara a recoger frutos. ¿Será el periodo 2024-2025 el de la piscina cubierta, las nuevas obras en La Verbena, la mejora de la calidad del agua y la aprobación del PGOU o es apuntar muy alto?
–O apuntamos alto o no llegaremos alto. No hemos parado de trabajar en todas las áreas, pero el segundo, el tercero y el cuarto serán igual. Hemos trabajado con cabeza y, efectivamente, este segundo año esperamos ver hechos realidad muchos de esos proyectos, incluyendo el nuevo plan urbanístico y la terminación de la plaza del Cabildo. 2025 será un año de retos duros, no será fácil pero hemos sembrado la semilla. Entiendo la desesperación de los vecinos de La Verbena, y respecto a la plaza nunca se le debió tocar. Con el agua no se han dado soluciones reales hasta que hemos llegado nosotros, y la piscina descubierta ya es una piscina cubierta.
En este balance no podía pasar por alto las relaciones políticas, sea con la oposición o con su socio de gobierno. Con ambos ha habido fricciones, con la primera porque ha sido el año en que ha tenido que asumir su nuevo estatus o rol, y con el segundo porque ha habido diferencias, por ejemplo, en torno al Presupuesto General. ¿Cómo valora esas relaciones?
–Como alcalde y presidente del PP me corresponde mantener las relaciones. Con Ai-Pro es normal que a veces surjan diferencias que son corregibles y sin mayor importancia. Hay diálogo y ganas de trabajar que nos han llevado a una estabilidad de gobierno. Por primera vez, cito esto como ejemplo, hemos convocado a la oposición para consensuar el Presupuesto. IU sí nos trasladó sus medidas pero el PSOE lo hizo en la prensa. Como alcalde, no me llegó ninguna propuesta por registro. Creo que en política debe primar la educación dentro del lógico debate en los plenos. Entre todos tenemos que normalizar las relaciones porque hay mucha gente mirándonos. Tenemos que ser un ejemplo.
Gracias y buen verano.