Sobre las cuatro y media de la pasada madrugada se dejó sentir un fuerte estruendo que despertó a varios vecinos del Barrio Bajo de Arcos. El tablero del puente de San Miguel se partió literalmente. Afortunadamente, en esos momentos no circulaba ningún vehículo por el lugar.

Esta mañana el acceso permanece cortado al tráfico por razones de seguridad. El puente está acordonado y en el lugar permanecen efectivos de la Policía Local y Protección Civil que fueron alertados la pasada madrugada por vecinos próximos al puente.

Cabe destacar que el acceso del puente de San Miguel es clave para comunicar la ciudad con la carretera del embalse de Guadalcacín y San José del Valle, siendo por ahora la única alternativa para salir del Barrio Bajo el acceso de Los Cabezuelos. El primer problema en este sentido sería el desvío de vehículos de gran tonelaje, así como del transporte urbano y escolar por la estrecha carretera de Los Cabezuelos, lo que presume una presencia constante de la Policía Local para regular la circulación.  

Con toda probabilidad hoy habrá alguna inspección técnica al puente sobre el río Guadalete para comprobar la magnitud de la rotura y si ésta ha afectado a los sillares y otros elementos de la infraestructura colgante.

El alcalde de la ciudad, Miguel Rodríguez, ha visitado el lugar para confirmar “el crujido” que sintieron los vecinos la pasada madrugada. Ya que se desconoce por ahora la magnitud del daño estructural, el regidor ha pedido encarecidamente a la población que respete el corte de circulación. Y asegura que será un ingeniero de caminos quien confirme la dimensión, el posible arreglo y su coste. En suma, “un momento de incertidumbre”, admite el alcalde, que ya se encomienda a administraciones superiores para la reparación del puente.

104 años de historia

El 14 de noviembre de 1920 se inauguró el actual puente colgante sobre el río Guadalete en Arcos de la Frontera. Ya en 1917 una riada destrozó literalmente el puente que en su origen era de cantería y cuyos restos aún son visibles cuando baja el nivel de las aguas del río. Un año más tarde, en 1918 empezó la construcción del puente como se conoce hoy día; obras que culminaron dos años más tarde, en 1920. Su inauguración se había previsto para el 7 de noviembre de aquel año, pero un decreto real del Gobierno de la época destituyó al entonces alcalde republicano Andrés Escot, que fue sustituido Juan José Velázquez-Gaztelu, quien decidiría posponer la inauguración para el día 14 del mismo mes.