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Como "mal menor", se decide el cierre del restaurante del Parador

Los trabajadores se implican buscando alternativas para seguir prestando servicios de restauración

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  • Autoridades y traajadores del Parador posaron juntos este viernes. -

Trabajadores de la red pública de Paradores de Turismo y la dirección de la empresa pública han dado por cerradas las negociaciones en torno al ERE planteado por el ente dependiente del Ministerio de Turismo. Ambas partes consideran un feliz acuerdo que se mantenga abiertos los paradores salvo el hotel de Murcia, aunque en trece establecimientos de la red se clausurarán los restaurantes, caso del Parador de Turismo de Arcos, donde a este respecto ya se estudian nuevas fórmulas para ampliar otros servicios.


Así trascendió en la reunión celebrada este viernes entre el representante de los trabajadores en la mesa negociadora, José Ramírez (UGT) y la plantilla en el Parador de Arcos, compuesta por 31 empleados fijos y cuatro contratados. De estos trabajadores, algunos han decidido aprovechar la oferta de la empresa para prejubilarse en relativas buenas condiciones, mientras que otros se someten a lo que vaya dictando la nueva filosofía de trabajo de la empresa.


En ese encuentro, Ramírez explicó que cabría la posibilidad de mantener abierto el comedor en horario de cenas, en atención a un turismo que en el aspecto gastronómico suele ser bastante fiel a la empresa, así como ampliar el servicio de bar y mantener el de desayunos como oferta de restauración.

En las negociaciones previas se acordó reducir los despidos a la mitad, de 644 a 350. Además, el ERE planteado por la empresa comportaba las modificaciones contractuales de otros 900 trabajadores en toda España, el cierre total de siete establecimientos y el parcial de 27, medidas que finalmente han quedado frustradas en beneficio del futuro de Paradores y sus trabajadores.
En el proceso, la empresa pidió a los trabajadores un gran sacrificio que pasa por renunciar a las dietas y otros complementos,  a una bajada salarial del cinco por ciento y la eliminación de días de asuntos propios. 


Como explicaba el secretario de Acción Sindical de Paradores de Turismo de España,  Francisco Balbuena, los empleados están dispuestos a llevar a cabo esos sacrificios, pero siempre y cuando no se produzca ningún despido que no sea voluntario. Los trabajadores sostenían que, con independencia del daño que esta reconversión provocaría sobre la imagen de Paradores, se encuentra el impacto que conllevaría su cierre, total o parcial, en la economía de las zonas donde se ubican.


Poco antes de celebrarse la reunión del viernes, el alcalde de Arcos, José Luis Núñez, mantuvo un encuentro con los trabajadores para indicarles los pasos dados desde el Ayuntamiento para evitar el cierre del Parador durante cinco y posteriormente tres meses, como se propuso en un principio. En este sentido, ha mantenido contactos con la presidenta de Paradores, así como sus compañeros senadores Sebastián Ruiz y Antonio Sanz con otras partes vinculadas a la dirección de la empresa pública.

En su defensa de los pasos dados, el alcalde señaló que una ciudad como Arcos “no se podía permitir” perder un centro de las características del Parador de Turismo, considerado como emblema desde que la ciudad no gozaba de su actual potencial turístico, actuando en este sentido como motor de desarrollo de la ciudad y como atracción de otras industrias hosteleras periféricas.  Núñez también destacaría la implicación mostrada por los trabajadores del Parador con su empresa, proponiendo alternativas y aceptando los sacrificios ya conocidos, que pasan por la renuncia a complementos y otros derechos que ya parecen historia en el nuevo contexto laboral nacional.

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