La página web aún sigue ahí, perfecta. Como si el tiempo se hubiera congelado en 2010. “Construyendo el futuro”. Esta es la solemne frase de cabecera que se encuentra el internauta al entrar en la web gadirsolar.es. Cruel ironía. A día de hoy, tres años y medio después de que con gran boato numerosos gerifaltes de la Junta de Andalucía acudieran a la inauguración de la que iba a ser una de las panaceas que paliarían la marcha de la multinacional Delphi, el único futuro que ha construido Gadir Solar es una nada absoluta. Para los que fueron trabajadores, claro. Porque para quienes formaron parte de la cúpula dirigente la película les ha ido de forma bien distinta.
A casi 200 obreros les prometieron un brillante porvenir: un trabajo en el sector de las energías renovables. Era el futuro. Sin embargo, 196 empleados de Gadir Solar pasaron de la ilusión de fabricar paneles fotovoltaicos a estar en la cola del paro en un brevísimo lapso de tiempo.
Y la historia no se quedó ahí. Ojalá La iniquidad aún llega a límites despiadados porque los extrabajadores se fueron a la calle sin cobrar ni finiquito ni liquidación alguna. Tirados por completo. Esto es sobradamente conocido. Ocurrió hace ahora un año. Un periodo de tiempo en el que los exempleados de la factoría han corrido, la mayoría, la peor de las suertes laborales.
José Manuel Gamaza era el presidente del comité de empresa de Gadir Solar. Ya no representa a trabajador alguno, porque ya no están bajo el mismo techo laboral, pero sigue al pie del cañón luchando con sus compañeros para reparar la injusticia cometida con los 196 operarios de la factoría víctimas del ERE extintivo en marzo de 2012. “Ya no me queda paro. Estoy cobrando la ayuda de 426 euros”, señala Gamaza. “Estamos buscando trabajo por todos lados. Algunos se han ido fuera”, señala. “No hay nada”, añade.
La situación es de extrema necesidad en algunos casos: “Casi todos están cobrando la ayuda y muchos están viviendo de Cáritas”, destaca. Y es que antes del ERE, Gadir Solar presentó un ERTE que dilapidó las prestaciones por desempleo de los trabajadores. Pero la cosa adquiere tintes aún más dramáticos. La empresa no sólo no les ha pagado la compensación económica por el despido, sino que, además, todavía Gadir Solar no les ha dado el acta de insolvencia para que los despedidos puedan recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), lo que supondría un verdadero alivio, ya que de esta forma podrían, al menos, disponer del dinero que la empresa les debe, ya que al encontrarse ésta en proceso concursal el Ministerio de Empleo puede abonar dicha cantidad mediante este mecanismo. Pero ni siquiera eso. “Están retrasando la documentación. Estamos liados con el abogado”, señala Gamaza desesperanzado.
Un boquete de 25 millones
Gadir Solar abrió en el Polígono El Trocadero en septiembre de 2009 y cerró en abril de 2012. Recibió de la Junta de Andalucía más de 25 millones de euros en subvenciones.
Cuando presentó el ERE extintivo, la explicación que se les dio a los trabajadores para no pagar los despidos, mediante una carta, fue que “la falta absoluta de liquidez” lo impedía.Gadir Solar es una filial del grupo Aurantia, cuyo dueño es Rafael Naranjo, quien fue presidente de la empresa que se instaló en Puerto Real y que el 21 de julio de 2010 fue llamado a declarar en calidad de imputado por los supuestos delitos de cohecho, falsedad y fraude fiscal dentro de la trama Gürtel. Su hijo, David Naranjo, fue consejero y secretario.
Otros nombres conocidos que formaron parte del consejo de administración de Gadir Solar fueron el socialista jerezano Juan Carlos Camas, que ejerció de apoderado de la empresa y el empresario sevillano y sanluqueño de adopción, que ha sido próximo al PSOE provincial José María García Ventús. Encarnó al Rey Melchor en la vecina localidad en 2011 y también fue apoderado.
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