La capacidad de hacer creer

Publicado: 18/10/2013
Entrevista al mago Luis Rodríguez Neila
Es Licenciado en Historia, pero por lo visto le pudo más la Magia, también con mayúsculas, esa disciplina que nos saca el niño que todos llevamos dentro y nos pone a hacer juegos de manos con la realidad. Lleva años enseñando a los niños cómo se ordeña a una vaca, o como se hierra un caballo, en la granja escuela Buenavista, en la Junta de los Ríos. Ha escrito libros para enseñar a jugar, para jugar con los niños porque, dice, lo que se aprende jugando no se olvida.
Este viernes va a escenificar en nuestras calles a distintos personajes de nuestra historia local, y hemos hablado con él para que nos explique en qué consiste eso tan maravilloso que es hacer soñar a los demás.    

—En los primeros años del dos mil publica usted un libro que se llama ‘Juegos en la naturaleza’. ¿De qué se trata?. ¿Qué lecciones impartía usted en él?
—El libro lo escribí con motivo del 15º aniversario de la Granja escuela Buenavista,  gracias a una ayuda que nos dio la Diputación de Cádiz para su publicación. En el mismo recogía la experiencia adquirida como animador, intentando acercar a los niños/as a la Naturaleza de un modo lúdico. Lo que se aprende jugando no se olvida jamás. La granja escuela, aunque no fue la primera a nivel nacional, sí fue una experiencia muy novedosa en su tiempo. Fuimos la primera de Andalucía occidental. Mi principal aportación en aquella época fueron mis conocimientos teatrales y lúdicos, pues venía de fundar y dirigir uno de los grupos que hubo en el panorama teatral de Cádiz (El Lavadero). Más tarde en Arcos fundaría el grupo Cataplof, con el que todavía sigo. Volviendo al libro, el mismo tenía una parte  recopilatoria de juegos ya existentes, pero incluía otras dos completamente novedosas. En una explicaba una serie de juegos, la mayoría creado por nosotros, para jugar de noche (¡que gran momento mágico!). En otra incluía una serie de guiones que escribí, con varias aportaciones de Pepe Maestro, de presentaciones teatrales para juegos de gran grupo, todos de temática medioambiental.


—" Sabemos que es uno de los creadores e impulsores de la granja escuela Buenavista, aquí en la Junta de los Ríos. ¿Cuál es, exactamente, el cometido de esta granja escuela?
—La idea principal es crear un entorno educativo, fuera de las cuatro paredes de un colegio, en el que los niños/as puedan experimentar y vivir (¡que dos grandes palabras!) en primera persona. Por un lado intentamos que conozcan el mundo rural tradicional de primera mano, pudiendo realizar labores ya prácticamente imposibles en un entorno cada vez más urbano como el que vivimos: ordeño, cuidado de animales, montar a caballo, labores de huerto… Éstas actividades las hemos completado con otras "de expresión" como el teatro, radio, fotografía… que en su tiempo eran más novedosas, así como otras de artesanías que se están perdiendo (mimbre, telares, jabón, velas…) y, cada vez más, de tema deportivo (piragua, tirolina…) Por otro, creemos que la educación no se circunscribe sólo a éstas actividades, sino que hemos intentado crear dinámicas de buena convivencia y resolución de conflictos. Ten en cuenta que habitualmente los asistentes a la granja están conviviendo durante varios días. Cada conflicto nos "enseña" también experiencias y estrategias para resolverlos.


—" Usted tiene unos ojos que condecoran todo cuanto miran. En su presencia parece que todo es claro, diáfano. ¿Será por eso que es capaz de ilusionarnos con su magia, con sus juegos para embellecer la realidad?
—¡Muchas gracias por los halagos! Ojalá sea cierto lo que dices y consiga "ilusionar" a los demás con mi magia. Ese es mi gran objetivo. No intento ser "el mejor mago del mundo", ni conseguir premios, ni salir en televisión… Si transmito algo de esa ilusión que dices, me doy por satisfecho. Tampoco creo que seamos los magos los que "embellecemos" la realidad. Ésta es suficientemente bella ¡y suficientemente mágica! Estamos rodeados de magia. ¿Hay algo más sorprendente que el propio misterio de la vida? ¿o del universo?. El problema está en nosotros mismos. Cuando somos pequeños "vemos" el mundo de manera mágica, porque nos sorprende continuamente con cosas que no comprendemos. A medida que crecemos, vamos apartando nuestra capacidad de sorpresa e intentamos estructurar la realidad en parámetros que conocemos y controlamos. Los magos no hacemos magia. Simplemente ayudamos a ver el mundo desde un punto de vista diferente, despertando el niño que llevamos dentro… ¡y que aunque queramos negarlo nunca dejamos de ser del todo!


—¿Qué es la magia? ¿Es la magia algo sólo para niños o gracias a ustedes los mayores podemos ver la magia que encierra el mundo?
—Para mí la magia es la capacidad de "hacer creer" que tenemos (quién sabe si todos) poderes extraordinarios que nos permiten flotar a alguien, cortarla por la mitad sin daño, hacer aparecer cosas… Es como una película. Todos sabemos que ésta "tiene truco", que no es real, pero mientras la vemos nos transportamos a otras realidades que queremos creer. Es una manera de escapar de nuestras limitaciones cotidianas. Hoy en día nadie cree que un mago tiene realmente esos poderes, pero nos "ilusiona" creer que sí. El misterio y lo extraordinario siempre nos atrae. Realmente la magia es la expresión de la vida, de nuestras más profundas preocupaciones: la vida y la creación (cuando hacemos aparecer algo o a alguien), la muerte y la capacidad de escapar de ella (al atravesar por ejemplo a alguien con espadas y no matarlo), etc. Realmente éstas preocupaciones, de una manera u otra, nos acompañan toda la vida. Cuando hacemos magia para niños o para mayores, el fondo es el mismo. Lo que cambia es "el lenguaje" y la manera de relacionarnos con el público.


—Ya se puede estudiar magia en la Universidad. ¿Ve usted a la magia como una disciplina más, como la ciencia o la medicina.
—No veo mal que se estudie en la Universidad, ni la gran proliferación de cursos, tiendas, páginas webs… que hay. Todo lo que sea facilitar el aprendizaje es bueno. Yo por desgracia entré en éste mundo algo mayor, y con muy pocos medios a mi alcance. He sido un completo autodidacta, para lo bueno y para lo malo. Lo que sí tengo claro es que un "título", si en general no garantiza nada, mucho menos en cualquier rama artística, no sólo la magia. Cuando uno se pone delante de un público, ya sea para cantar, hacer magia, contar chistes… hay una parte "técnica" que se puede aprender, pero hay otra, la más importante, que no. Esa es quizás la auténtica "magia" de los artistas. Podemos escuchar a un cantante con una técnica y voz impecables que no nos llega, y sin embargo otro no tan bueno nos toca la fibra sensible, "conecta" con el público. No sabría decir exactamente por qué, pero creo que en parte se debe a la "sinceridad" del artista, a creerse lo que hace. Por supuesto hay también una predisposición, natural o adquirida, que hace que unos lleguen más a la audiencia que otros. Todo esto es muy difícil "aprenderlo" en una universidad. La honradez interior, la ilusión por lo que se hace y, por qué no, las "tablas" de las actuaciones es lo que nos van aportando ese "duende" que todos queremos tener.   


—Este viernes va usted a recrear a personajes mitológicos arcenses. ¿Qué  nos tiene preparado?
—La verdad es que no ha sido fácil seleccionar las tres escenas que vamos a montar éste viernes. Es tan rico el legado de historias y leyendas de Arcos, que costó hacer la selección. Al final escogí las que teatralmente me "inspiraban" más, siempre intentando que el público se divierta y se quede con ganas de volver a Arcos, pues en principio la ruta está destinada a los turistas que nos visitan. La primera se realizará en la plaza de los Panderetos, y es una dramatización del encarcelamiento de Antonio el Bailarín en Arcos, en 1974. La verdad es que quedé fascinado por ésta historia, pues es un reflejo de la transición española, máxime sabiendo que viven algunos de los protagonistas de la misma. Mi vena de historiador (soy Licenciado en Historia, carrera que nunca llegué a ejercer) me pedía seguir investigando. La falta de tiempo me lo ha impedido, pero quién sabe si algún día retomamos el tema. La segunda escena va a ser completamente participativa por parte del público. No digo más para no quitar la "sorpresa", pero tendrá como eje la valiente defensa de Arcos que hizo Beatriz Pacheco, en el año 1482,  cuando sólo había mujeres y ancianos. Se hará, por supuesto, en la entrada del Castillo. Por último, se terminará en el mayorazgo con una versión de títeres que he escrito del conocido Romance de la Molinera y el Corregidor.  Son escenas cortas (durarán de 15 a 30 min. cada una), pues se enmarcan dentro de una ruta, y tampoco es cuestión de "cansar" a los visitantes. Me acompañan en todas ellas dos grandes actores que trabajan habitualmente en los teatros de la granja escuela, como son Jesús Pérez Salas y Nieves Cortijo, ambos de Arcos. Esperamos que guste. Al menos hemos puesto todo nuestro trabajo e ilusión para intentarlo.

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