La agrupación andalucista de San Roque está viviendo en las últimas semanas una de sus crisis más pronunciadas a raíz de la decisión del comité local de cambiar unilateralmente la portavocía del grupo municipal.
Esta decisión, apoyada por el concejal José Vera y que no estuvo avalada por la Ejecutiva Nacional del PA, desembocó en la dimisión del actual portavoz, Manuel Melero, y en la decisión irrevocable de la Ejecutiva Nacional de disolver el comité local, romper el pacto de gobierno y nombrar una Gestora del Partido Andalucista en San Roque que reorganizara la agrupación.
Elena Andrades, como vicesecretaria general y concejal del Ayuntamiento de Los Barrios, fue nombrada presidenta de esta Gestora.
Una decisión de la Ejecutiva que no ha sido aceptada ni por el concejal José Vera ni por el secretario local Francisco Moncayo que han decidido mantener el pacto con PSOE y PIVG y las actividades del comité local, respectivamente. A lo que la Ejecutiva les ha respondido con sus expulsiones del Partido.
—¿Qué ha pasado en San Roque para que se haya producido este cisma en el Partido Andalucista?
—Ha pasado que dos personas han sido desleales al partido, Vera y Moncayo, que han optado por sus intereses personales de acercamiento al PSOE antes que por el bien del Partido Andalucista, sus militantes y sus votantes.
Esta traición, desgraciadamente, era una posibilidad que sabíamos que podía llegar a ocurrir, por los informes previos que hemos ido recibiendo a lo largo de los dos años de legislatura. Desde el inicio la Ejecutiva ha tenido conocimiento de una actividad del concejal José Vera que no obedecía a la estrategia de partido. Vera paulatinamente fue alejándose de su compañero de filas Manuel Melero y de las directrices de partido para ir acercándose al alcalde socialista Juan Carlos Ruiz Boix; prácticamente ejerció un boicot sobre Melero en su afán de contentar continuamente a Ruiz Boix y a los designios del PSOE.
—¿Pero a esta actitud de Vera también se le unió el comité local?
—Sí, se le unió su secretario local, Francisco Moncayo, otra persona que también sigue al pie de la letra los designios de Ruiz Boix, no en vano Moncayo hace apenas tres años fue militante del PSOE. Moncayo dejó hace unos tres años el PA para irse al PSOE, pero al no tener un puesto relevante en las listas electorales socialistas abandonó al PSOE y pidió la reincorporación en el PA; nosotros lo aceptamos de nuevo creyendo en su arrepentimiento sincero, pero está claro que su único afán ha sido hacer méritos para volver al PSOE.
Esta pareja formada por Vera y Moncayo no han tenido escrúpulos en hacer peligrar la existencia del PA en San Roque con tal de contentar a su alcalde socialista.
—¿La pregunta que se hacen muchos andalucistas es si hay vida para el PA en San Roque después de la dimisión de Melero y la expulsión de Vera y Moncayo?
—Por supuesto que sí. Como presidente de la Gestora he estado varios días con mis compañeros entrevistándonos con muchísimos militantes andalucistas sanroqueños y hemos podido constatar que el andalucismo está muy vivo. Lamentablemente también hemos constatado que al igual que Vera y Moncayo hicieron un boicot hacia Melero también lo hicieron hacia muchísimos militantes que presionados por este comité local, e incluso algunos amenazados, optaron por no acudir a las reuniones del comité y asambleas y retirarse de la acción política. Sencillamente estaban desilusionados y no creían en este comité, como finalmente el tiempo les ha dado la razón. Estos militantes nos han comentado que quieren volver a retomar la agrupación y optar de nuevo a formar parte de su comité local y a trabajar por el andalucismo en San Roque.
—La decisión de la Ejecutiva de disolver el comité local y romper el pacto de gobierno ha sido contundente. ¿Era lo más acertado que se podía hacer?
—Fue una decisión contundente y firme. Totalmente avalada por unanimidad por la Ejecutiva Nacional y que se tomó con el objetivo de reorganizar una agrupación que se había fraccionado y que cuyo comité local actuaba a espaldas de la Ejecutiva. La decisión del comité y de Vera de cambiar la portavocía fue una auténtica provocación que no podía tener otra respuesta por parte del máximo órgano de dirección del partido. Hay que recordar que la Ejecutiva se enteró de esta decisión por la prensa. No había otra salida.
—¿Qué papel ha jugado Juan Carlos Ruiz Boix en esta crisis del PA?
—Un papel principal, sin duda. Ruiz Boix ha sido el instigador de la traición llevada a cabo por Vera. Desde el inicio de la legislatura se ha dedicado a entorpecer las relaciones entre Vera y Melero con el único fin de ir minando la unidad del PA; y finalmente, desgraciadamente, para nosotros lo ha conseguido gracias a que Vera le ha seguido el juego y que Moncayo también. Desde el PA conocíamos esta actitud desleal de Boix y hace unos meses se lo comunicamos, fue un pequeño tirón de orejas, como dijo nuestros secretario general, y le dejamos claro a Boix que o dejaba de inmiscuirse en el PA o rompíamos el pacto. Y aunque estuvo luego unos meses cumpliendo al final ha vuelto a hacerlo. Al final, se ofreció a Vera y Moncayo a ayudarles a cambiar la portavocía, algo imprescindible para que se pudiera llevar a cabo; y sobre todo, porque como sospechábamos Vera y Boix ya han pactado de antemano que Vera irá en las próximas listas del PSOE en el número dos. Esta afirmación es muy sencilla y se podrá comprobar en las próximas elecciones, el tiempo nos dará la razón. Como comprenderán nuestros militantes, con esta actitud de Boix era imposible mantener el pacto de gobierno. El PA tiene su dignidad y no puede pactar con traidores de este tipo.
—El PA también ha denunciado que quiere llevar a Boix y Vera a la Mesa Antitransfuguismo. ¿Qué se pretende conseguir?
—La actitud de Vera es claramente la de un tránsfuga; cumple todos los requisitos para que sea declarado como tal y nosotros vamos a ejercer nuestro derecho de que así sea. El PSOE y PP se les llena la boca al hablar de transfuguismo y siempre dicen que no lo van a tolerar, para eso se creó la Mesa Antitransfuguismo que firmamos todos los partido. Pues bien, nosotros queremos que esos buenos principios de todos los partidos se pongan de manifiesto en un caso tan claro como este. Llevaremos a Vera a la Mesa Antitransfuguismo y también lo haremos con Boix, porque el alcalde que gobierna con un tránsfuga también es considerado tránsfuga por la Mesa Antitransfuguismo, como así se aprobó. Así, que nuestra intención es que sean declarados los dos tránsfugas y se le sancione con la inhabilitación para presentarse en las próximas elecciones municipales, como así estipula la propia Mesa. Es el castigo que merecen por mercadear con los votos de los ciudadanos, por adulterar de una forma tan vergonzosa la democracia.
—¿Desde el extinto comité se ha acusado a Melero y al PA de quedarse con dinero de la agrupación?
—El comité local ya no existe, está disuelto; es totalmente absurdo que pidan gestionar la financiación de la agrupación unas personas que ahora mismo no representan a ningún órgano del Partido. Melero, como secretario de financiación, hizo otro gesto que le honra y antes de dimitir traspasó a la Ejecutiva Nacional la cuenta bancaria de la agrupación, que es quien la gestiona ahora a la espera de la formación de un nuevo comité local a quien se le traspasará nuevamente. Y la financiación es algo interno y no vamos a ir ni muchos menos ofreciéndosela a tránsfugas. La próxima asamblea andalucista la conocerá. Y además, los datos económicos dados por el extinto comité no se ajustan a la realidad; porque por ejemplo obvió que Ruiz Boix lleva desde marzo de 2012 sin pagar las asignaciones a los grupos municipales de San Roque; y también, como es lógico, Melero como secretario de financiación hizo muchísimos más pagos correspondientes a gastos de la agrupación, por lo que las cifras que han dado son totalmente inexactas.
—Pilar Núñez será la sustituta de Melero en la Corporación municipal, con el acta del PA. Hace unas semanas anunció que mantendrá el pacto de gobierno. ¿Qué decisión tomará la Ejecutiva?
—Ahora mismo aún no ha tomado posesión del acta. Queremos esperar hasta entonces, aunque es obvio que nuestro deseo es que sea disciplinada con el Partido y no mantenga el pacto.
