Iniciativa por Andalucía/Izquierda Abierta de Jédula hace un llamamiento a la Administración local denunciando la colocación de distintos elementos que invaden las aceras perjudicando el tránsito normal de los peatones.
El reglamento de uso de la vía pública y otros asuntos dicen que en aceras de menos de tres metros no pueden instalarse veladores, dado que crean situaciones de peligro a los ciudadanos.
La norma indica que hay que dejar un espacio de 1,20 metros lo más próximo posible a las vía. “Sin embargo hay bares y comercios en la barriada de Jédula que no cumplen la norma, antes con el consentimiento del antiguo gobierno local y ahora con el nuevo siguen haciendo lo mismo”, apuntan desde Izquierda Abierta.
“Los peatones tiene que circular por la vía reservada a los vehículo, exponiéndose a un accidente, sobre todo niños, mayores y dependientes. En las zonas más transitadas han dejado menos de 1,20 metros y en otros no han dejado nada, con lo cual no queda paso y por tanto han de circular por la vía”.
“¿Por qué se permite a estos vecinos infringir la ley y además presumir de lo que hacen cuando alguien le insinúa que eso no es permisible? ¿Quién pone orden en estos abusos y hace cumplir la ley? ¿Cuándo haya un accidente a quien pedirán cuentas?”, se cuestionan desde Izquierda Abierta.
“El beneficio de unos cuantos no puede estar por encima del bienestar y del resto de los ciudadanos. Está claro que aquí los únicos que sacan beneficios, paguen por poner miradores o no en las aceras, son los dueños de los bares que consiguen un 20-40 por ciento más de clientes, pero los peatones sufrimos las consecuencias. No deja de ser curioso cuando incluso en las zonas, las cuales fueron diseñadas para el disfrute de las personas, se ven interrumpidas por múltiples obstáculos (mesas, carpas, veladores, toneles, productos de tiendas, etc.).”
“Las aceras se hicieron para el peatón y la vía para los vehículos, el beneficio de unos pocos hosteleros no debe anteponerse al de la mayoría de los ciudadanos. Les proponemos que si necesitan poner más mesas por falta de espacio, se compren un local más grande, o si lo quieren al aire libre, que habiliten las azoteas. Suponemos que no se les sancionan para no perjudicarlos, pero al dejar de hacerlo, están perjudicando a un número inmensamente mayor de vecinos que quieren ir por el lugar que les corresponde y no por la vía de los vehículos, corriendo el riesgo de ser atropellados”.
“Contra los que se saltan la ley, porque creen que pueden hacerlo así o porque se sienten protegidos, sanción y cierre del negocio, y cuando hayan pagado y comprobado que la ley está para cumplirla se acabarán los problemas citados”, concluye la nota de Izquierda Abierta.
