Desacreditó este modelo, que José Luis Rodríguez Zapatero prometió que se pondría en marcha en Andalucía, durante su intervención en la XXV Reunión del Círculo de Economía, que se celebra en Sitges (Barcelona).
Ante los empresarios catalanes, Rajoy advirtió de que la economía española no ha “tocado fondo” aún, aunque los datos macroeconómicos puedan ser mejores en los próximos meses.
“La desaceleración del ritmo de la caída no quiere decir recuperación, sino deterioro más suave de una pésima situación de partida”, remarcó, al tiempo que subrayó que se trata de una “mejora exclusivamente estacional, típica de la economía española”.
El líder de la oposición afirmó que el Gobierno debe actuar “al revés” de como lo está haciendo, contribuyendo a crear “un marco de actuación favorable” a la actividad económica”, y en este contexto defendió un amplio catálogo de “reformas estructurales”.
En concreto, pidió la reforma del sistema educativo, una reforma fiscal –que incluya reducir el impuesto de sociedades–, del mercado del trabajo y del sistema energético, así como una serie de reformas institucionales y de las administraciones públicas.
Respecto a los cambios que defiende en el mercado laboral, dejó claro que sería “mejor” que se hicieran “con consenso”, pero que la falta de acuerdo “no exime al Gobierno de sus responsabilidades”.
Asimismo, Rajoy ha vuelto a plantear un debate sobre la energía nuclear.