El alcalde de Cádiz, José María González ha recibido de manos del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Cádiz el informe realizado sobre consumo energético en familias vulnerables, que complementarán el trabajo realizado en la Mesa contra la Pobreza Energética para poner en marcha el Bono Social Eléctrico.
José María González ha afirmado que "se trata de un paso más dentro de nuestro firme compromiso de que todas las familias de Cádiz tengan garantizado un mínimo de consumo de eléctrico".
Así, ha recordado que desde el Ayuntamiento se ha trabajado en diferentes ámbitos para poner herramientas a disposición de la ciudadanía y garantizar el consumo eléctrico, como el pago de recibos de luz a familias vulnerables --530.967 euros en 2015 y 376.844 en lo que va de 2016-- o los cursos de eficiencia energética, impartidos tanto a trabajadores sociales municipales como en asociaciones de vecinos.
Por su parte, el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Cádiz, Domingo Villero, ha explicado que se trata de "un trabajo técnico de calidad que pueda servir de base a Asuntos Sociales para, una vez examinados cómo se estructuran los consumos energéticos en viviendas en situación de pobreza energética, aplicar de la manera más acertada el bono social alternativo y tener criterios objetivos para la decisión de cómo implementarlo de la manera más justa y eficiente para el ciudadano".
El informe ha sido confeccionado por el colegiado de Cádiz, Juan Antonio Muñoz Rubio, tras un proceso interno de selección, quien ha señalado que el estudio ha constado de tres fases compuestas por una encuesta sobre hábitos energéticos, una medición del consumo de todos los aparatos eléctricos y la formación sobre ahorro energético.
Este estudio se ha realizado en 50 viviendas receptoras de ayudas de la luz. Los datos de consumo obtenidos se han contrastado con 450 ayudas en el recibo eléctrico y los datos de consumo eléctrico de la ciudad de Cádiz. Entre las conclusiones destaca que el gasto medio en Cádiz es inferior al gasto medio nacional; que la potencia contratada es mayor a la que se necesita; que es necesaria la formación e información para el ciudadano; que es conveniente sustituir determinados electrodomésticos. Asimismo, también explicó que entre un 10 y un 20 por ciento de la energía usada se derrocha sin aportar servicio útil, así como la poca energía que gastan los pensionistas beneficiarios de los bonos que existen en la actualidad, entre otras conclusiones.
El muestreo se ha realizado sobre 50 viviendas de todo el término municipal, que configuran un abanico de familias que va desde la monoparental a la familia numerosa.