Almería 0
—Barcelona—Valdés; Alvés, Márquez (Piqué, min.60), Puyol, Maxwell, Sergio Buquets (Keita, min.75), Xavi, Iniesta, Messi, Pedro (Touré Yaya, min.75) e Ibrahimovic.
—Almería—Diego Alves; Michel, Pellerano, Acasiete, Cisma, Ortíz (Soriano, min.79), Bernardello, Chico, Guilherme, Crusat (Nieto, min.73) y Uche (Piatti, min.66).
Árbitro: Velasco Carballo (Colegio Madrileño).
Gol:
1-0 Pedro (m.31)
Incidencias: Partido disputado en el Camp Nou ante 74.177 espectadores.
Había marcado en las dos Supercopas: la de España y la de Europa. También en la Champions. Pero Pedro Rodríguez esperó el momento más oportuno para estrenarse en la Liga.
Un golazo del canario ante el Almería (1-0) permitió al Barcelona acostarse líder en solitario tras superar un partido áspero en el que sólo pudo desplegar su juego durante algunas fases de la primera mitad, aunque el rival no disparase ni un sola vez entre los tres palos de la meta de Valdés.
El equipo andaluz asumió su inferioridad sin complejos. Hugo Sánchez colocó a Chico, un central, junto a Ortiz, y ambos se convirtieron en la sombra de Xavi e Iniesta: toda una declaración de intenciones. El Almería apostó por desactivar así el principal caudal de juego ofensivo barcelonista, pero a costa de renunciar a cualquier posibilidad creativa en su centro del campo.
Porfíandolo todo a la velocidad de Crusat en una contra o a que Uche cazara un balón colgado en el área, el equipo almeriense sobrevivió gracias a ese otro fútbol, en el que las interrupciones constantes de juego y las innecesarias pérdidas de tiempo favorecen siempre al que menos propone.
Al Barça se le atragantó ese planteamiento desde el principio, hasta que Xavi decidió que si no podía crear juego era mejor culminarlo llegando desde atrás. Pero tuvo que ser Pedro, el que abriera la lata a la media hora de juego. El canterano, agarró una balón en la corona del área, se dio media vuelta y armó un derechazo que se colocó como una obús por la escuadra.
En la última jugada del partido, Uche tuvo la única ocasión del Almería en todo el encuentro, pero su disparo, con la zurda y con poco ángulo, salió muy desviado.