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Una habitación sin vistas

Una empresaria de turismo rural de Arcos denuncia la construcción de un centro logístico a unos metros de su establecimiento

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Carmen Manzano Mulero y José María Saborido pusieron en marcha su negocio de vivienda rural hace tres años.

Carmen Manzano Mulero y José María Saborido pusieron en marcha su negocio de vivienda rural hace tres años.

Carmen Manzano Mulero y José María Saborido pusieron en marcha su negocio de vivienda rural hace tres años.

Carmen Manzano Mulero y José María Saborido pusieron en marcha su negocio de vivienda rural hace tres años.

En la gran película inglesa del director James Ivory ‘Una habitación con vistas’, un amable señor cedía su habitación de hotel a una familia para que disfrutara de “mejores vistas”. Sí, las vistas son parte indiscutible de los encantos de un territorio, de una ciudad y por supuesto de un hotel. La fisonomía de Arcos de la Frontera permite afortunadamente contemplar ese bergantín varado a orillas del Guadalete, o a ese galgo de piedra, desde muchos puntos de su término municipal.

Es el caso de la casa rural La Cazuela, que con tanto esfuerzo construyó hace ya tres años el matrimonio formado por Carmen Manzano y José María Saborido. Juntos levantaron un negocio cuya oferta se sustenta precisamente en la tranquilidad del campo -se sitúa en el paraje conocido como El Charcón- y por supuesto en las maravillosas vistas desde la atalaya de su finca de algo más de 4.000 metros cuadrados.

“El turismo que recibimos aquí busca sobre todo la tranquilidad del campo, el sonido de los pájaros, y no el ruido de camiones cargando mercancía”, explica Carmen visiblemente indignada ante la actuación de un centro logístico contiguo que abastece de productos a sus supermercados en Andalucía.
Ahora las consecuencias están ahí, pues la pequeña firma turística, que goza de todos sus permisos y registros legales en la Junta de Andalucía, asiste con tristeza a los comentarios negativos y despectivos que lanzan los clientes en redes sociales sobre la ubicación de su establecimiento. Junto a su finca existía una pequeña industria con licencia para una quesería que con el tiempo se ha convertido en una considerable extensión dedicada al almacén de los productos que  comercializa en más de treinta supermercados por toda la comunidad, convirtiendo el lugar en un centro logístico sobre suelo rústico. No obstante, la citada barriada rural ha sido durante las últimas décadas el paradigma de los constantes e incomprensible desmanes urbanísticos que se han dado en el municipio serrano. Para ello, la empresa ha ido agrandando lo que comenzó con una pequeña nave, no solo tapando las vistas al campo de las habitaciones de la casa rural de Carmen -es la titular del negocio turístico-, sino provocando las lógicas molestias desde primera hora del día como consecuencia del continuo trasiego de camiones de gran tonelaje que repostan mercancía en las instalaciones.

Carmen, que realizó una inversión de más de 230.000 euros para crear su empresa -aún paga el préstamo bancario-, se pregunta cómo su vecino puede crear junto a su casa rural un espacio industrial de 9.000 metros cuadrados con posibilidad de aumentarlo hasta los 13.000, ya que, por otra parte, el gigante de la alimentación dispone de 17.000 metros cuadrados de superficie sin explotar en el parque empresarial El Peral; terrenos que, según declaraba recientemente a la prensa uno de los gerentes de la empresa, se destinarían a centro logístico aprovechando su buena comunicación -está a tan solo 500 metros de la autovía Jerez-Arcos-. Pero no ha sido así, pues, contra todo pronóstico, el cash ha decidido montar su centro logístico en el campo, a casi nueve kilómetros de la autovía, en un lugar por donde ni siquiera los camiones pueden entrar sin quebrantar las normas de circulación, pues el cruce actual en la conocida como venta El Pavo no permite el giro de estos mastodónticos camiones, que solo pueden entrar en el carril de acceso con una peligrosa maniobra que en más de una ocasión ha provocado un susto de muerte a quienes circulan correctamente por el lugar, atestiguan otros vecinos.

Hace tan solo unas semanas, el Pleno municipal de concejales votó unánimemente en contra las alegaciones de Carmen Manzano porque existen informes técnicos favorables a la empresa, a pesar de que hay personas en el propio Gobierno de Arcos que no han entendido esta decisión.

La afectada asegura que el Ayuntamiento ha tardado meses en proporcionarle los expedientes públicos sobre la obra de ampliación del cash, así como que le han puesto “todas las trabas posibles”. Sus escritos no han sido contestados, de ahí uno de sus recursos.

En suma, Carmen sostiene que no hay motivo legal para que se cree en la zona rural un centro logístico, ya que la empresa esgrime que no existe suelo industrial disponible en Arcos -insiste en que tiene suelo en el polígono El Peral. Pero su mayor frustración se centra en no entender cómo, con todos los agravantes que existen por medio, el Ayuntamiento no solo concede a la empresa que proceda a la ampliación de sus instalaciones, sino que incluso declara la obra como De Interés Social. “Esa declaración no se la dan a cualquiera, es difícil, y aquí la han dado solo por poner en los papeles cosas que no son verdad”.
Con este panorama, la afectada prepara su documentación para trasladar el caso a Fiscalía, “porque no hay sentido común entre quienes nos gobiernan”. Su marido explica con la boca casi cerrada que el Pleno se podría haber abstenido cuando votó en contra de sus alegaciones si es no que no le quedaba más remedio ante los informes técnicos: “Culpamos a los políticos porque al final se hacen cómplices”. El abogado de la afectada se cuestiona cómo el cash ha recibido del Ayuntamiento resoluciones relativamente rápido  cuando otras nuevas empresas que se han asentado en el término de Arcos han esperado años para recibir un permiso. Valga como ejemplo reciente el de una granja de permacultura y una bodega.

Apoyo de los ecologistas
También la asociación AMA Natura-Ecologistas en Acción trasladará este asunto a los juzgados al considerar que se está produciendo lamentablemente un nuevo caso contra la ordenación del territorio, y todo en un momento en el que la Junta de Andalucía ha devuelto protagonismo a los ayuntamientos en la toma de decisiones sobre su suelo. Pero en la judicialización no queda el asunto, pues la gran incógnita es cómo se puede fomentar el turismo rural, más en estos tiempos de crisis sanitaria, permitiendo la coexistencia de negocios especializados en el sector con industrias que, llana y sencillamente, no pegan en un lugar tan idílico. Eso, desde luego, no es la mejor publicidad para una ciudad que se precie y vele por su futuro y el de su patrimonio, explican estos promotores que se sienten enamorados de su tierra.

El Ayuntamiento de Arcos se ha posicionado a favor de la actuación que lleva a cabo la empresa Rodalcash en su centro logístico de El Charcón. Según expresa el delegado municipal de Urbanismo, Diego Carrera, el proyecto de actuación del cash fue aprobado en su día por la Junta y durante su exposición pública no se produjeron alegaciones. Posteriormente, la vecina Carmen Manzano solicitó la revisión del proyecto, accediendo a ello el Ayuntamiento. Luego los informes técnicos no dieron la razón a la empresa turística, y así se llevó al Pleno donde todos los grupos rechazaron las alegaciones de Carmen Manzano.

Respeto a los técnicos
Diego Carrera asegura que el equipo de Gobierno “siempre se debe a los informes técnicos”, de ahí que el ejecutivo, y todo el Pleno municipal, hayan rechazado o desestimado las alegaciones de la promotora turística. Este medio intentó contactar ayer con el empresario que promueve el centro logístico en la barriada rural de El Charcón para conocer su opinión, pero fue imposible.

Por su parte, el gerente de la empresa Rodalcash, Joaquín Rodríguez, esgrime en su favor que cuenta con todos los permisos y parabienes de las administraciones, ya que su proyecto contó con el visto bueno de las delegaciones territoriales de la Junta en Cádiz. Además, argumenta que los técnicos municipales no han encontrado argumento alguno que apoye las alegaciones de la empresaria turística Carmen Manzano. El gerente del cash también ha declarado a este medio que investigará la situación urbanística de la vivienda rural de la empresaria denunciante.

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