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Protestas contra la junta militar en la prisión de Insein

"La dictadura caerá", "recuperaremos la democracia" o "la revolución será un éxito" son algunos de los cánticos que retumbaban dentro y fuera de la prisión

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  • Birmania. -

Los reclusos de la prisión de Insein, en Rangún, iniciaron este viernes una protesta dentro del propio penal contra el régimen militar que tomó el poder el 1 de febrero y que ha enviado a muchos de ellos a la cárcel.

Las proclamas de los reos, muchos de ellos presos políticos, se escuchaban esta mañana fuera de los altos muros del recinto penitenciario, en un vídeo publicado en las redes sociales por activistas opositores a la junta militar.

"La dictadura caerá", "recuperaremos la democracia" o "la revolución será un éxito" son algunos de los cánticos que retumbaban dentro y fuera de la prisión.

El portal de noticias Khit Thit Media informó que testigos han visto llegar a la cárcel camiones cargados con soldados.

Según los medios locales, la junta militar liberó ayer a 1.000 presos que se encontraban bajo arresto provisional en Insein después de aprobar una medida para suspender los procesos anteriores al golpe de Estado por varios delitos como apuestas ilegales, menudeo de droga o prostitución.

Con esta medida la junta militar argumenta que busca evitar la masificación del recinto penal mientras el país afronta la peor ola de la pandemia de la covid-19; aunque grupos disidentes denuncian que pretenden liberar espacio para detener a más presos políticos.

Según grupos de médicos, el virus campa a sus anchas por el país y afecta a gran parte de la población de reclusos en Insein, entre ellos el periodista estadounidense Danny Fenster y el economista australiano Sean Turnell.

Este martes pereció el político birmano Nyan Win, de 78 años y antiguo abogado y confidente de la derrocada líder Aung San Suu Kyi e importante figura del partido Liga Nacional para la Democracia, al contraer el virus mientras permanecía arrestado en Insein.

A la brutal represión de las fuerzas de seguridad, que ha disparado a matar contra los manifestantes pacíficos y han causado la muerte de al menos 929 personas, se suma el descontrolado rebrote de la pandemia, vinculado a la variante delta, que afronta Birmania.

El Ejército birmano justifica el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido liderado por Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y cuyos resultados fueron avalados por los observadores internacionales.

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