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Barbate

Pablo \'Moro\'

Aquí va mi opinión sobre el Hormiguero, Pablo Motos y su lamentable sección El Chocolate de Barbate

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Aquí va mi opinión sobre el Hormiguero, Pablo Motos y su lamentable sección El Chocolate de Barbate. Vecinos, colectivos, partidos políticos e incluso el propio Ayuntamiento, mostraron su rechazo por la falta de sensibilidad para con Barbate. Indignados, las redes sociales y las barras de los bares se convirtieron en un espacio donde insultar a Pablo Motos.  Pero a un servidor le cuesta indignarse, enervarse, cabrearse con un programa de televisión, con sus guionistas, con su dirección o con su presentador, porque a los muy tontos les dé por titular una absurda sección El Chocolote de Barbate. Me indigna, me enerva, me cabrea pero mucho más, ver que el número de desempleados en la ciudad donde crece mi hijo supera con creces los cinco mil desempleados. Me indigna, me enerva, me cabrea pero mucho más, andar saltando por las aceras para no pisar, resbalar,  y luego comprar un cupón porque dicen que trae suerte, una mierda de perro. Me indigna, me enerva, me cabrea pero mucho más seguir sin un nuevo centro de salud, que su plantilla esté preocupada porque un enfermero se marche a Conil y que el SAS no tenga intención de reemplazarlo.  Me indigna, me enerva, me cabrea pero mucho más ver las colas que se forman para recoger alimentos a manos de Cáritas o Amigos Solidarios. Me indigna, me enerva, me cabrea pero mucho más ver cómo muchos  jóvenes deben emigrar, dejar su pueblo y su familia, para echarle un pulso al futuro.

Que un tonto como Pablo Motos diga El Chocolate de Barbate me la suda. Un servidor estuvo en Lepe y vio que sus vecinos no ponían sobre la tele una barra de hielo para congelar la imagen. Un servidor estuvo en Cataluña y no todos son  tacaños. Un servidor estuvo en el País Vasco y no me mataron los etarras. Porque un servidor sabe que los de Lepe no son tontos, que los catalanes no son tacaños y que los vascos no son etarras, y por lo tanto, también sé que en Barbate, para chocolote, el de Tres Martínez. el de El Puente o el de La Rosa Amarilla.

Además, uno que es medio moro sabe lo que duele cuando se generaliza. Que si los moros pegamos a las mujeres, que si llevamos explosivos en las mochilas, que si la tenemos muy grande… Recuerdo que durante muchos años cada vez que alguien me decía ‘moro’ o ‘moro mierda’, me indignaba, me enervaba, me cabreaba y acaba peleándome. Es decir, acababa con un ojo morado e insultado. Todo eso acabó cuando yo mismo me reía del insulto, cuando los que querían dañarme se percataron de que me importaba un carajo que me llamasen moro. No hay mayor desprecio que el no hacer aprecio. Dejemos de darle protagonismo a aquellos que tratan de insultarnos, a veces con mala intención, a veces por simple ignorancia. Todos sabemos la belleza que reside en nuestro municipio. Y sabemos cuáles son nuestros problemas reales, como el paro. Siempre lo he dicho, si en Barbate hubiese trabajo, esto sería ya el paraíso. Alabemos y vendamos nuestras muchas bondades (como se lleva haciendo con el atún rojo de almadraba) y centremos nuestras fuerzas y nuestras iras, en luchar para darle una solución . Vamos a indignarnos, a enervarnos, a cabrearnos, pero no por lo que diga uno a varios tontos, sino por lo que aquí no han hecho muchos gobernantes, locales y foráneos, durante muchos, muchos años.

Eso sí, supongo que los que se han cabreado con Pablo Motos, al igual que yo, nunca han contado un chiste de Lepe, o dicho que los vascos son etarras y los catalanes roñosos, o que los moros la tenemos muy, pero que muy grande.

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