El equipo cadista se encuentra inmerso en la preparación del partido que disputará en Écija el próximo domingo. Y lo hace a las órdenes de Ramón Blanco, el nuevo entrenador tras la salida de Alberto Monteagudo.
Aunque se podía esperar, el cambio ha sorprendido a los futbolistas, como confiesa el centrocampista Moke: “Para todos es una desgracia el cambio de entrenador porque no es una buena situación, ya hemos hablado de todo eso”. Además, explica que la llegada de su nuevo jefe no era para nada algo previsible: “no me lo esperaba y me quedé muy sorprendido”.
“La verdad es que me he llevado una impresión muy buena y me ha gustado mucho lo que hemos hecho”, explica el todoterreno cadista sobre los métodos de trabajo que está imponiendo Blanco, técnico que debutará por cuarta vez con el Cádiz esta semana. Y lo hará en Écija, una plaza bien conocida por Moke, ya que jugó allí antes de vestirse como cadista: “San Pablo es un campo complicado porque la afición aprieta mucho, pero nos toca ganar para cortar la racha negativa”.
Coincide con Moke su capitán, Pablo Sánchez: “No supimos quien era el entrenador hasta que se hizo público, pero desde que nos enteramos estamos muerte con él”.
“El fútbol son resultados y el primero en salir es el entrenador, hay que acatarlo, pero los principales responsables y los que jugamos somos nosotros”, explica el gaditano.
