El tiempo en: Arcos

Cádiz

El Carnaval Chiquito deja contentos a los más 'jartibles'

Sin aglomeraciones y con un día soleado y ambiente familiar transcurre el domingo de los que no se hartan de las coplas de febrero.

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Andaluc�a Informaci�n
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Los recortaos -

Un domingo más para los que no se jartan de coplas de febrero. Carnaval chiquito en fin para los jartibles que poco a poco fueron llenando las calles de Cádiz para regalar a sus oídos la última dosis a pie de calle, y gratis, de pasodobles, tangos, romanceros y cuplés.

Metidos en lo más profundo de la Cuaresma, gaditanos y visitantes, iban llegando a los sitios claves para ver y disfrutar de grupos carnavaleros.

Ausencias había, pero se paliaban con las presencias. De los oficiales se vio mucho, y de callejeras, más. Lógico en el más ilegal de los domingos de coplas.

La escalera de Correos, siempre con colas para subirse a cantar. La Torre Tavira, tres cuartos de lo mismo. San Lorenzo, Sagasta, rincones de Sacramento y algunas sorpresas, cada vez más agradables en el otrora concurrido entorno de la Cruz Verde. Un gran cuartetero, Ángel Gago, vestido de calle, no paraba de saludar a los aficionados desde la plaza de las Flores. Cuartetero hasta estando vestido de particular.

Algunos coros, sin bateas y sí a pie, ofrecían lo mejor de sus repertorios ante los entusiastas de las grandes agrupaciones. Mención tienen los grandes del COAC que se dejaban ver por calles y esquinas. Los recortaos, Lo siento picha pero no to er mundo puede ser de Cai, A Dios rogando y con del mazo dando, La Guaracha o Los erasmus pocos y parió la abuela, a modo de ejemplo,  llenaban el aire de coplas y sal al igual que romanceros enormes, como el de Paco Mesa titulado El mayordomo del Papa o Desafío extremo, en un día en el que la climatología dio una tregua para que los más jartibles intentaran sacian su apetito carnavalero hasta el año que viene, cosa harto difícil, pues el jartible que se precie de serlo, siempre buscará rincones y esquinas para seguir dándole a lo suyo, que no es otra cosa que esta enfermedad llamada carnavalitis aguda y que, una vez contraída no se cura.

Bien por los grupos y mejor por los aficionados que pudieron pasar un día de domingo de Carnaval chiquito lleno de calidad y sin las bullas de antaño. Un día para recordar, diría aquél, y bueno para salir con familia y niños, al no haber  grandes aglomeraciones.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN