El yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo se vendía en su página web como un apasionante paseo por más de 1.500 metros cuadrados a través del tiempo escondido en las “entrañas” del antiguo palacio episcopal de Cádiz, donde a través de los suelos de cristal y con reconstrucciones digitales puede verse la evolución de la ciudad del siglo VIII antes de Cristo hasta el XIII. Su punto de partida fue un gran monumento fenicio y de ahí pasó a estar relacionado con el culto a los dioses romanos Apolo, Esculapio e Hygia.
De ser una puesta en valor del patrimonio histórico cultural de la ciudad ha pasado a convertirse en una escombrera, dejada de la mano de Dios, llena de basura, sin mantenimiento y sin reposición de las cristaleras, por ejemplo. El propio concesionario ha publicado en sus redes sociales un vídeo para el pide su difusión.
Todo comienza en 2005, cuando el Ayuntamiento de Cádiz otorgaba a Monumentos Alavista la concesión de la explotación de dicho yacimiento, puesto que no es propiedad municipal, sino una concesión del Obispado de Cádiz como consecuencia del convenio de rehabilitación de la Casa del Obispo.
Tras las obras de Entrecatedrales, en 2007, las relaciones entre la empresa y el concesionario se deterioraron, puesto que Monumentos Alavista denunciaba “daños en la puerta de emergencia, en la reja y en la solería de acceso”. No obstante, no es hasta 2009 cuando presenta un informe técnico de los daños. Los técnicos municipales iniciaron las inspecciones y realizaron un presupuesto alternativo. Asimismo, en 2010 se le recuerda las indicaciones técnicas del pliego de condiciones en relación con los trabajos que tiene que ejecutar en la puesta en valor del yacimiento bajo Entrecatedrales.
Se realiza el proceso de limpieza de los restos arqueológicos.
Posteriormente en febrero de 2010 hubo otro rifi rafe entre Ayuntamiento y la concesionaria porque estaba “ejecutando una obra sin licencia y sin aprobación por la delegación de Cultura”. Algo que los técnicos consideraban una “falta muy grave al estar en varios entorno BIC”. Al hacer caso omiso, se pararon las obras.
Tras las inspecciones de los expertos: se determina la existencia de humedades que no afectaban a los restos arqueológicos y posteriormente, se pide a la concesionaria, que es la encargada de gestionar y proteger el yacimiento, que proteja los de Entrecatedrales.
Ocho meses más tardes se aprueba por el Ayuntamiento la protección urgente de los restos: preservar el monumento funerario fenicio, de manera provisional, y enterrar los restos arqueológicos más expuestos.
A pesar de la obligación del concesionario de llevar a cabo la limpieza del yacimiento, según los técnicos municipales, desde el Ayuntamiento se realiza distintas limpiezas supervisadas por el arqueólogo municipal.
En marzo de 2015 sale una sentencia del juzgado de lo contencioso administrativo número 3 “favorable a las tesis municipales”. Ya ahí el Ayuntamiento continuaba adelante con el expediente por cierre de la instalación desde hacía varios meses.
Con la llegada del nuevo equipo de Gobierno se ha iniciado el expediente para resolver la concesión a Monumentos Alavista por incumplimiento por parte del concesionario, ya que está obligado a tener abierto el yacimiento una serie de días y de horas y es manifiesto el incumplimiento. El siguiente paso, una vez tramitado el expediente, será sacar de nuevo a licitación el yacimiento de la Casa del Obispo, con el fin de que otra empresa lo explote con mejor ánimo y lo ponga en valor.
El arqueólogo municipal ha levantado acta en la que se recoge que el yacimiento permanecía cerrado en días y horas que debería haber estado abierto al público.
El expediente de resolución de la concesión tiene un claro objetivo: la puesta en valor de este yacimiento, en beneficio de la propia ciudad y en el fomento del turismo. "Cádiz no se puede permitir que la Casa del Obispo esté cerrada, y como Ayuntamiento podemos hacer todo el esfuerzo necesario para que reabra sus puertas, ya que se trata de una concesión municipal”, afirman desde el Gobierno local.