En cuanto a las personas atendidas, el estudio determina que se ha aumentado en 150 familias, “lo que supone alrededor de 500 personas más, y hay que tener en cuenta que el año 2009 se concluyó con un número de 3.200 familias atendidas”. En torno al 85 por ciento de las personas atendidas son nacionales y el 15 por ciento extranjeros, “siendo el porcentaje máximo de personas atendidas de nacionalidad española del 98 por ciento y el de extranjeros, del 20 por ciento”.
Las demandas más solicitadas son alimentación, vivienda, empleo, productos farmacéuticos, transporte, electricidad, ropa y mobiliario, así como material escolar. Cáritas da respuesta “en toda y cada una de esas peticiones, siempre en la medida de nuestras limitadas posibilidades”, siendo el empleo “en la cual cada vez es más difícil dar respuestas, aunque el trabajo para poder darla se ha multiplicado, y prueba de ello es la puesta en marcha a nivel diocesano del proyecto Empresas con Corazón, en el que está la Confederación de Empresario de la Provincia de Cádiz (CEC) implicada, y a nivel local se están teniendo los contactos pertinentes para llevarlo a cabo también con la Asociación de Empresarios de Chiclana”, explican desde Cáritas.
Los cambios más significativos en cuanto a la petición de ayudas se centran en un “aumento enorme de alimentación, muchas ayudas para viviendas (desahucios, alquileres, hipotecas) y en empleo, y como consecuencia de la crisis menos posibilidades de ofrecer ofertas de empleo y tener más dificultades para proporcionar los recursos económicos ante tanta necesidad”.
Cáritas destaca como “muy importante” recalcar el aumento de apoyo psicológico que se está prestando, “ya que es necesario dedicar más tiempo en las acogidas y visitas que sirven de orientación y desahogo para las personas que acuden a los distintos equipos y proyectos de Cáritas”.
En cuanto al perfil de la persona que ha acudido en el primer semestre del año a Cáritas “ha variado profundamente, siendo el aumento fundamentalmente de familias afectadas por el paro, algunas con todos o casi todos sus miembros desempleados, y que nunca habían tenido necesidad de recurrir a pedir ayuda para poder seguir viviendo día a día”.
El perfil mayoritario en todos los equipos parroquiales de Cáritas responde a parados recientes, familias jóvenes, mujeres solas con cargas familiares, hombres solos en la misma situación que la anterior, mujeres mayores, inmigrantes y jóvenes en busca de su primer empleo.
“De estos perfiles”, señala el estudio semestral, “se puede concluir el efecto que está teniendo esta crisis, ya que un importante número de personas atendidas son parados recientes y familias jóvenes”, por lo que, “como conclusión rotunda”, la crisis “está haciendo un daño tremendo en los sectores más débiles de nuestra sociedad”.
“Las perspectivas de futuro no son muy halagüeñas”
El ‘Estudio de la Realidad’ de Cáritas Arciprestal de Chiclana, teniendo en cuenta el recorrido cubierto desde el año 2007, infiere que “las perspectivas de futuro no son muy halagüeñas, y ojalá nos equivocáramos pero creemos que las consecuencias de esta crisis aún se van a notar bastante, por lo que deberíamos de sentar las bases para que esto no vuelva a reproducirse por lo menos con los efectos que está teniendo; pero volvemos a insistir en que para que eso se produzca, se debe de cambiar de modelo de sociedad y el modelo económico, en el cual el trabajador sea persona antes que herramienta de trabajo, y que las riquezas se repartan lo más justamente posible, para así lograr salvar las diferencias cada vez mayores entre clases sociales”.
Desde Cáritas de Chiclana consideran que “todo esto es posible si la sociedad civil y los poderes políticos se ponen de acuerdo en trabajar para y por los demás y no para los intereses particulares de cada uno”. Cáritas aboga también por una mayor coordinación con otras administraciones y entidades.
