El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández De Mesa, presentó el pasado jueves el proyecto Closeye, la primera iniciativa europea enfocada a incorporar a los sistemas de vigilancia marítima nuevas herramientas como aviones no tripulados, satélites y aerostatos, entre otros dispositivos.
Se trata de un modelo de vigilancia “sin embarcaciones”, según anunció Fernández de Mesa, quien lo considera un “paso adelante en el control de las fronteras del Sur de Europa” contra la “amenaza” que suponen los “flujos migratorios no controlados” por la “inestabilidad que pueden generar” y por las actividades de las mafias, circunstancias, todas ellas, que se dan frecuentemente en el caso del Estrecho de Gibraltar.
Se busca “proteger” a las personas que son víctimas de estas mafias dedicadas a la inmigración quienes ya cuentan con todos los avances tecnológicos, según ha explicado el director general de la Guardia Civil en un acto celebrado en la Comandancia del Instituto Armado de Madrid.
El proyecto está financiado por el VII Programa Marco de Investigación y Desarrollo de la Comisión Europea y tiene un presupuesto cercano a los 12.250.000 euros, de los cuales las autoridades europeas asumen 9.200.000 euros. En el proyecto participan también la Guardia Nacional Republicana Portuguesa y la Marina Militar Italiana. Closeye se estructura en tres fases a lo largo de 38 meses de duración.
El teniente coronel José Manuel Santiago, responsable del proyecto, indicó que la expectativa es que el plan esté operativo en 2017 “y la idea es homogeneizarlo a toda la Unión Europea”.