Comienza una semana en la que esta hermandad de Córdoba vivirá la coronación pontificia de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza, así como la Procesión Triunfal
La Virgen de la Paz y Esperanza salió radiante a la calle el pasado sábado. Igual que cada Miércoles Santo pero distinta en esos últimos días antes de que se produzca la coronación pontificia de la imagen, la cual lleva pendiente desde el 2020 y que el coronavirus truncó hasta la actualidad.
Los hermanos abrieron un largo camino con sus cirios con rostro solemne y emocionado, y así empezaron a recorrer las abarrotadas calles del itinerario bajo unas temperaturas más propias del Día del Corpus que de una procesión de octubre.
La Virgen avanzaba con paso firme al son de las marchas de la banda de Arahal, una de las más populares de Andalucía, sorteando colgaduras y haciendo revirás con toda la elegancia que caracteriza a su cuadrilla de costaleros. Así aguantaron altas temperaturas hasta llegar la noche. La calle San Fernando, la Ribera y el paso por la Puerta del Puente nos dejaron imágenes de ríos de personas expresando su fe a María antes de ser coronada. Eran las diez y media de la noche y llegó a la Puerta del Perdón para despedirse hasta la semana próxima. La Paloma de Capuchinos volverá a lucir por Córdoba coronada y será venerada por todo el pueblo cordobés.