La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha añadido 50 puntos de control a los habituales para la campaña oleícola 2020-2021 con el fin de vigilar las distintas zonas de la cuenca y evitar vertidos no autorizados.
Según las experiencias de años anteriores, el Plan de Vigilancia Especial para la campaña oleícola 2020-2021 añade a los puntos de control habituales más de 50 puntos de control adicionales, según un comunicado de la CHG, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco).
Los agentes medioambientales y técnicos -coordinados por el Área de Calidad de Aguas y los Servicios de Control de Vertidos de la CHG-, realizarán labores de vigilancia, incluyendo períodos nocturnos y de fines de semana, por las distintas zonas de la cuenca.
Se prestará especial atención a las instalaciones destinadas a la producción de aceite de oliva y gestión de sus subproductos: almazaras, secaderos de alpeorujo, extractoras, refinerías de aceite y centrales de biomasa, según la CHG.
Desde la puesta en marcha de este protocolo, en el que también participa el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, se ha constatado un progresivo descenso tanto del número como de la importancia de estos vertidos, lo que ha repercutido en la mejora de la calidad de las aguas de los ríos y arroyos de las zonas tradicionalmente más afectadas.
A pesar de la vigilancia, se siguen produciendo algunos vertidos procedentes de plantas de procesado de aceituna que desembocan en la apertura de expedientes sancionadores por vertidos no autorizados.
En las anteriores campañas, se tramitó una media de 15 expedientes sancionadores por vertidos asociados a la producción de aceite de oliva, principalmente en las provincias de Córdoba y de Jaén.
La CHG recuerda la prohibición de realizar vertidos no autorizados, con objeto de proteger el estado de las masas de agua, que en la actualidad resulta más importante, si cabe, dada la situación de vulnerabilidad de los cauces, según la nota.