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Tadej Pogacar gana a Vingegaard al esprint en Peyragudes

El danés se mantuvo al frente de la general, solo mermado por 4 segundos respecto a su rival por las bonificaciones

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  • Pogacar, llegando a la meta. -

El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates) se mostró más explosivo que Jonas Vingegaard en el duelo entre ambos al esprint en la cima de Peyragudes, donde logró imponerse en la decimoséptima etapa del Tour, de 129,7 km, en la que el danés se mantuvo al frente de la general, solo mermado por 4 segundos respecto a su rival por las bonificaciones.

Empate, tablas entre los dos protagonistas del Tour. Juntos rodaron durante toda la etapa, sin ataques, solo amagos, y juntos llegaron a discutir el triunfo en el último repecho del 13 por ciento que finalizaba en meta, en el altipuerto de Pereysoudes, donde un ligero despegue de Pogacar le dio su tercer triunfo de la presente edición y el noveno en el Tour.

Pogacar alzó los brazos al esprint, en una jornada de alta montaña. Curioso, pero la igualdad fue total. Ambos se mostraron muy superiores al resto una vez más. El doble ganador del Tour venció la etapa disputada entre Saint Gaudens y Peyragudes con un tiempo de 3h.25.51, a una media alta, de 37,8 km/h, teniendo en cuenta los 4 puertos del recorrido. 

El duelo Vingegaard-Pogacar destrozó al resto. Brandon McNulty, en un trabajo impagable para el líder del UAE, fue tercero a 32 segundos. Geraint Thomas cedió 2.06 minutos, Bardet 2.38, Nairo Quintana 3.32 y Enric Mas (Movistar), en otra jornada aciaga, se dejó en las rampas pirenaicas 3.42. El español, de 27 años, sacó conclusiones positivas "como aprendizaje".

La primera gran etapa de Pirineos pasó página dejando las incógnitas que puedan quedar para este jueves en Hautacam. Vingegaard tratará de defender el maillot amarillo que Pogacar le quiere quitar con renta de 2.18. El chaval de Komenda no tendrá más opciones para atacar. Si no aprovecha, solo tendrá la crono del sábado como aliada. El tercer escalón lo apuntaló Geraint Thomas, el ganador del Tour 2018, a 4.56 del líder y con 3 minutos de ventaja sobre Nairo Quintana, que es cuarto.

Enric Mas ganó un puesto, se metió en el 'top 10' por los pelos, pero el objetivo de ganar una etapa pierde fuerza, sobre todo pensando que este jueves la batalla tendrá tintes amarillos. Mas está a 16.35 del líder y a 11 del tercer escalón. Una fuga permitida camino de Hautacam, su única tabla de salvación. 

MARCAJE JUMBO-UAE EN EL ASPIN Y HOURQUETTE

Se trataba de la jornada "princesa" de la Vuelta, o primer gran asalto en Pirineos con 4 puertos de entidad, propicios para la batalla al sol por el maillot amarillo y otros intereses. El pelotón partió de Saint Gaudens, lugar histórico del Tour por ser escenario de vuelcos en la general, donde un tal Luis Ocaña ganó en 1970 su primera etapa en el Tour. Esta vez el punto de lanzamiento para el duelo entre Vingegaard y Pogacar por el maillot amarillo.

Otra jornada intensa, disputada a alta velocidad desde el inicio. En la primera hora se cubrieron 50,7 km. Pogacar salió mermado, con solo tres compañeros de equipo. A la retirada de Marc Soler del martes se unió la de Majka por lesión, su mejor subalterno en la montaña. Flaco de efectivos, debilitado, el esloveno tenía que asumir la estrategia ante el Jumbo Visma del líder, que mantenía 6 peones. 

La fuga prevista no cuajó. En los cortes se metieron los habituales Van Aert y Geschke, el primero asegurando el maillot verde tras superar segundo el esprint de Barthe de Neste. En la cima del Aspin (1a, 12 km a, 6,5) coronó el alemán sumando puntos para su maillot de lunares. El pelotón de favoritos pasó por el alto a 1.20

En la escapada, siempre controlada, atacaron en cabeza subiendo el Col de Hourquette d'Ancizan (2ª,: 8,2 km al 5,1) Pinot y Lutsenko, que no irían lejos porque la maquinaria táctica ya estaba en marcha entre UAE y Junbo. Un subalterno de Pogacar, Mikkel Bjerg marcó un ritmo en cabeza que redujo el grupo y cortó alegrías. Van Aert, Kuus y Benoot se mantenían cerca de Vingegaard; Mcnulty y Bjerg de Pogacar. Antes de la cumbre ya habían cedido Quintana y Mas.

POGACAR Y VINGEGAARD FRENTE A FRENTE EN VAL LOURON 

El Col de Val Louron-Azet (1ª, 10,7 km al 6,8) volvió a dar brillo al Tour, un puerto en cuya cima Miguel Indurain en 1991 abrió su leyenda poniéndose el primer maillot amarillo. Esta vez, Pogacar atacó a 100 metros de la cima, donde el navarro lanzó el puño al aire como ya líder de la que fue su carrera.

Antes del ataque de Pogacar, el ritmo del estadounidense McNulty al servicio del esloveno machacó a casi todo el grupo de elegidos. Cedieron Van Aert, Mas, Gaudu, Quintana, yobligó a Thomas a hacer la goma hasta el final. El americano hizo posible que se batiera el récord de la subida a esta puerto que establecieron antes Pantani, Ullrich y Virenque.
Pogacar, Vingegaard y McNulty coronaron juntos. El Tour tenía el duelo que esperaba, un momento emocionante con los dos grandes favoritos frente a frente, con 20 km a meta y el ascenso a Peyragudes como exquisito postre.            

POGACAR SOLO PUEDE CON VINGEGAARD AL ESPRINT        

McNulty remolcó a su líder hasta meta, infatigable. Empezó marcando el ritmo a pie del puerto de Peyragudes (1ª, 8 km al 7,8), marcha que aprovechaba también Vingeggard, que aguantaba cómodo. Dos del UAE contra el líder, inexpresivo en el esfuerzo, pero fuerte de piernas.
El guión no varió en todo el ascenso. Pogacar no intentó en ningún momento noquear a su rival. Se dejó llevar por McNulty, tampoco tuvo la amenaza de Vingegaard y decidió guardar las fuerzas para este jueves en Hautacam. Eso sí, quedaba el triunfo de etapa. A 300 metros de meta lanzó su ataque el ciclista nórdico, sin demasiada consistencia.

Un aviso, un órdago que no se tragó Pogacar, más explosivo que el líder. El esloveno se puso de pie, aceleró y alzó los brazos, como ya hizo antes en Longwy y La Planche des Belles Filles. 

Aquellos días iba de amarillo, pero ahora no le servirá solo con ganar más etapas, sino que tendrá que destrozar a Vingegaard si quiere ganar su tercer Tour consecutivo. No parece fácil, no, pero ambos se han citado en Hautacam. Y si no hay solución, restará la crono del sábado. Habrá batalla. El Tour sigue vivo. 

Este jueves más emoción en los Pirineos con el segundo capítulo de alta montaña. La decimoctava etapa, entre Lourdes y Hautacam, de 143,2 km, promete la gran batalla por la general con un recorrido que incluye en la segunda mitad tres grandes puertos.
Para empezar, el Col D'Aubisque (Especial, 16,4 km al 7,1), seguido del Col de Spandelles (1a, 10,3 km al 8,3) y final en Hautacam (Especial, 13,6 km al 7,8). Último puerto del Tour 2022, de donde podría salir la foto final del podio. O tal vez la instantánea saldrá de la crono del sábado. El Tour está interesante.

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