El teniente de alcalde de Agricultura y Desarrollo Económico del Ayuntamiento y secretario del GDR Campiña de Jerez y Costa Noroeste de Cádiz, Javier Bello, se ha trasladado junto a la Gerente del Grupo de Desarrollo Rural, Yolanda Serrano, a la Sierra de San Cristóbal para mantener una reunión de trabajo con la Asociación Vecinal de la Azada, presidida por Gerardo Melguizo, para que los vecinos de esta zona de El Puerto de Santa María conozcan de primera mano las distintas líneas de subvención y ayudas a las que se podrían acoger para poner en marcha distintos proyectos individuales y colectivos al estar dentro del ámbito de actuación de la ZRL Campiña de Jerez, que incluye a las zonas rurales de El Puerto de Santa María, Jerez y Puerto Real.
En la reunión, que se ha celebrado en la sede de la asociación, Gerardo Melguizo ha estado acompañado por la secretaria de La Azada, Raquel López, y la vocal María Cauqui.
Javier Bello señala que estas subvenciones pueden ser una gran oportunidad para la Sierra ya que las líneas de ayuda siempre hacen hincapié en iniciativas y proyectos para la vertebración e integración económica de las zonas rurales, el apoyo a inversiones y actuaciones para la creación o consolidación de empleo joven, el desarrollo de actividades de diseño, catalogación y promoción de la oferta turística de la campiña de Jerez y la Costa Noroeste, el acondicionamiento del paisaje y creación y señalización de caminos rurales y vías pecuarias de acceso o el fomento de infraestructuras que mejoren las capacidades de la zona.
El teniente de alcalde de Agricultura ha agradecido a Yolanda Serrano su excelente predisposición para trabajar conjuntamente con los vecinos de la Sierra para que puedan beneficiarse de estas ayudas, que podrían ser un revulsivo de transformación de esta zona portuense impulsando un mejor futuro.
Bello señala que los GDR, en su calidad de asociaciones sin ánimo de lucro con casi tres décadas de experiencia en la gestión de Fondos Europeos, están ayudando a mejorar la calidad de vida de los residentes de muchas zonas rurales y podría ser un motor de cambio para la Sierra de San Cristóbal, donde están viviendo en la actualidad unos mil vecinos.