Tarde o temprano debe llegar la reacción, dicen los más optimistas. No hay fecha para ello, sólo intenciones y trabajo de por medio como enmienda para soliviantar y enderezar el camino. Cuando el campeonato liguero suma la séptima jornada, el dibujo trazado del Racing Portuense parece meridianamente claro para tomar ciertas obviedades que van reluciendo y marcando su irregular caminar liguero. 
Cuando aún se espera la mejor versión, los rojiblancos sumaron un punto ante el Sevilla C que se tomó como punto positivo. No quedó otra ante otro despropósito de partido. Los cambios de entrada no consiguieron despejar las dudas en la búsqueda de mejorar la imagen y el resultado, ante el tempranero gol sevillano, que desbarató segundas lecturas.
Las interpretaciones deberán esperar una mejor ocasión. Este domingo ante el Montilla, se espera que, esta vez sí, se consiga el objetivo. Más allá de resultados más o menos discutidos, la imagen continúa abriendo el debate entre los aficionados de cual o cuales debieran ser los ajustes necesarios.
El problema traspasa la frontera de la desgana o la apatía con la que se ha desarrollado algunos minutos. La cuestión va más allá de la mala fortuna, la calidad del rival o la escasez de gol. Las deficiencias, en su conjunto, es el gran problema de un equipo que no engancha, que no desborda y que no transmite.
Que se muestra plano y frío en su intención de buscar la portería contraria. Sin una brújula que guíe el sentido de un juego que se pierde en la inopia del ancho césped. Teorías entrenadas, elaboradas y milimétricamente perfectas, que no encuentra continuación con el balón en los pies.
Dinámicas que deben hacer reflexionar en la obligación de encauzar más pronto que tarde la regularización del juego.
El salto cualificativo de la veteranía y con jugadores contrastados, se quiso diseñar un proyecto con más experiencia que apagase los errores típicos de la bisoñez. Futbolistas que vertebran un proyecto que buscan esa línea a seguir, con unos parámetros marcados y que empieza a perfilar el final del manual en busca de hallar el resurgir definitivo.
A la espera del equilibrio, las jornadas venideras pondrán a prueba el despegue con un calendario con equipos que también han empezado de manera irregular y que no han respondido a las expectativas iniciales. Será buen momento para que la mejor cara rojiblanca, acompañe el devenir del equipo de Valdelagrana en el presente campeonato.
A falta de los últimos juicios que aún se están celebrándose, como el de Jesús Velázquez el pasado lunes día 1, la Ley Concursal enfila su recta final en la búsqueda de conocer la definitiva deuda con la que tendrá que lidiar el club. Según ha conocido este medio, en el mes de enero pudiera haber noticias respecto a una resolución judicial inminente.