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El Puerto

De la Encina se escuda en la herencia para tapar su gestión de Impulsa

La empresa municipal cerró 2016 con más de 11 millones de euros de pérdida

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  • David de la Encina -
  • La empresa municipal cerró 2016 con más de 11 millones de euros de pérdida
  • Su gerente mandó una carta anunciando que las actuaciones de estos dos años no ayudaban a encauzarla
  • La deriva en la que se encuentra Impulsa ha encontrado, ahora, una argumentación exculpatoria

Lo publicado por este medio el pasado mes de marzo de la situación delicada en la que se encuentra la empresa municipal Impulsa, en la que su gerente, Miguel Ángel Zarzuela, hablaba abiertamente de actuaciones inmediatas para evitar una disolución a tenor del cariz que había tomado el ente en los dos últimos años, parece haberse revelado ahora.

Nadie como su gerente, Miguel Ángel Zarzuela, como para valorar y enjuiciar la encrucijada en la que está envuelta una empresa con la que si de algo se caracterizaba años atrás era la de contar un con una solvencia y con un patrimonio que le hacían ser un ente con la suficiente fuerza económica para arrojar siempre números positivos.

En cambio, las actuaciones que se han estado llevando a cabo en los dos últimos años no son sino ser una empresa “ruinosa”.

Éste envió una carta al propio alcalde, David de la Encina, en la que le instaba a actuar y hacerlo de una manera rápida, mientras se guardaba silencio ante un proyecto de viabilidad que estableciera las maniobras a seguir para encauzar las políticas llevadas a cabo.

La deriva en la que se encuentra Impulsa ha encontrado, ahora, una argumentación exculpatoria.

Impulsa ha celebró esta lunes en Alcaldía un Consejo de Administración en el que se ha abordado la dramática situación económica que la empresa municipal arrastra desde hace 10 años, ante una situación que se ha calificado de dura y gravísima con una trayectoria financiera que de 2008 a 2015 ha hundido a Impulsa dejándola sin solvencia económica.

Los datos recogidos en la gráfica adjunta muestran cómo la empresa municipal ha pasado de contar con 27 millones de euros en sus cuentas, a disponer, a cierre de 2015, de tan sólo 500.000 euros.

Eso es la explicación oficial, en ella se obvia el despatrimonio peligroso que ha sufrido la empresa municipal en los últimos tiempos. 

De entre las pérdidas conseguidas, como la anulación de la Zona Naranja, a pesar de ofrecer positivo tras la venta de materiales como los parquímetros, o la no compensación del puente del polígono de Las Salinas fijado en unos ocho millones de euros, ha supuesto también otra pérdida de riqueza patrimonial.

Como el déficit generado por los aparcamientos de Bajamar II, que dejó un negativo de 14.000 euros o el de la Pasarela que arrojó unas de casi 3.000 euros y, que tal y como apunta el informe del gerente de Impulsa apunta y del que ha tenido acceso este medio, señala que al igual que el de Bajamar II, ofrece “pérdidas en todos sus años de explotación”. Impulsa Aparca arrancó también 1.478.644 euros de pérdidas.

El Gobierno traslada que “debido al lastre económico que se viene arrastrando desde 2008, la empresa no es capaz de remontar la situación agravada durante ocho y nueve años en los que el gobierno anterior ni supo ni quiso poner orden".

El próximo lunes el Gobierno mantendrá una reunión con los consejeros de Impulsa junto al personal del área de Economía y Hacienda para “afrontar una situación muy extrema ante la cual nos toca tomar medidas".

Medidas que a tenor de la carta que envió su propio gerente a estado esperando a que éstas encontraran freno a una deriva preocupante y que lejos de detenerse con la gestión municipal crece y crece.

El alcalde David de la Encina ha agradecido “la actitud sensata y comprometida de los consejeros de Ciudadanos, Levantemos y muy especialmente de los empresarios de la ciudad, que pese a la difícil situación se remangan para debatir y buscar salidas; frente a la actitud del PP, que tras 8 años en los que Impulsa se despatrimonializó, han huido".

La sensatez encontrada en estos, frontalmente, parece la que no se ha hallado para que el gerente halla que aguardar durante meses para que, al menos, se reconozca que la situación es delicada y lamentable.

Por último, todos los consejeros comprenden la lógica inquietud de la plantilla en la delicada situación de la empresa.

Ése sentido común es que debiera imponerse para virar y hacer cambiar el presente y el futuro de Impulsa, la misma que se prometió fusionar y hallar una mejor gestión de la que hasta entonces ha encontrado.

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