Son más de doscientas personas las que en Jerez, viven sin poder salir de su casa, un piso ubicado en alguna de las más populosas barriadas de la ciudad por motivos vinculados a su dificultad personal para moverse, bien por carecer de ascensor el bloque en el que viven, bien por una obesidad excesiva, o bien por cualquier otra causa. Estas personas, que han sido invisibles para la sociedad y mucho más aún para las autoridades políticas en cualquiera de los niveles de poder, comienzan a tener un justificado protagonismo que les lleva a estar en los planes de quienes dirigen la política de vivienda, en unos casos, o bienestar social, en otros.
En el caso de Jerez, como ya se ha dicho, son 226 las personas atrapadas en sus domicilios. El dato tiene la oficialidad que da el haber sido un estudio de Emuvijesa, la empresa municipal de la vivienda, el que lo ha proporcionado. Y el estudio refleja en sí mismo, además del interés de la Administración local por saber de estas personas, que no es poco, el compromiso implícito del Ayuntamiento de que si se hace de público conocimiento es porque tiene que haber una clara intención de corregir esta situación.