La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha asegurado que su partido ha percibido una mejora de las relaciones con la clase empresarial catalana después de la "deriva" de CiU y del presidente de la Generalitat, Artur Mas, hacia posiciones soberanistas.

   "Hemos notado una mejora de relaciones", ha afirmado en una entrevista de Europa Press, en la que ha subrayado que tanto el PP catalán como el Gobierno siempre han tenido muy buenas relaciones con el entorno empresarial y económico catalán.

   "Soy plenamente consciente de que el sector empresarial está teniendo muchas relaciones con el PP catalán y con el Gobierno para intentar solucionar una situación que creen es negativa para la sociedad catalana", ha defendido.

   Según Camacho, los empresarios viven con preocupación la sintonía entre CiU y ERC y su apuesta soberanista, por lo que reclaman más "sentido común" para favorecer la recuperación económica, una actitud que, a su juicio, solo está teniendo el PP.

   "Entiendo que los empresarios catalanes y del resto de España puedan estar preocupados por la deriva del Govern de CiU y por el pacto con ERC", ha añadido, en alusión al proceso soberanista que impulsan ambos partidos y a la batería de medidas económicas que recogía su acuerdo de estabilidad.

"CHOQUE DE TRENES"

   Además, la líder del PP catalán ha enfatizado que los nacionalistas no tienen como prioridad la salida de la crisis ni la toma de medidas para ayudar empresas, sino que están instalados "en una deriva hacia el choque de trenes, la confrontación y hacia la ruptura con el Gobierno".

   Precisamente, esta jueves el presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, hizo alusión a este hipotético choque de trenes entre Cataluña y el resto de España, y mostró su rechazo al proceso soberanista.

   No obstante, Gay de Montellà sí reivindicó el pacto fiscal que defendía el Govern de Artur Mas en la anterior legislatura como un instrumento válido todavía para mejorar la financiación de Cataluña y evitar esta nueva fractura.

   Además, consideró que el pacto de estabilidad de Govern entre CiU y ERC ha fijado un conjunto de medidas fiscales que, a su juicio, son, en muchos casos, "desacertadas", al añadir dificultades a la actividad empresarial.