El líder del movimiento islamista palestino Hamas en el exilio, Jaled Mishal, ve signos de un lenguaje nuevo por parte de los Estados Unidos tras la llegada al poder del presidente Obama.
El líder del movimiento islamista palestino Hamas en el exilio, Jaled Mishal, ve signos de un lenguaje nuevo por parte de los Estados Unidos tras la llegada al poder del presidente Obama.
En una entrevista publicada ayer por el diario italiano La Repubblica, Mishal señala que “del presidente Obama llega un lenguaje nuevo respecto a la región. El desafío para todos es que sea el preludio de un cambio sincero en la política estadounidense y europea”.
En cuanto a la apertura oficial a Hamas, Mishal dice que “es cuestión de tiempo”.
“Las grandes potencias nos necesitan para resolver el conflicto árabe-israelí. Nuestro peso en la cuestión palestina deriva de nuestro arraigo en la sociedad, en el pueblo, que nos ha votado y lo volverá a hacer”, añade.
El líder de Hamas asegura que espera la llegada del día en el que la única opción para ellos sea el “instrumento político y los criterios pacíficos”, pero eso, según él, depende de otros.
“Es el sistema de ocupación el que no deja resquicios. Veo cada día nuevas casas demolidas, tierras confiscadas, los asentamientos y el muro que avanzan, la división física entre Gaza y Cisjordania, un Jerusalén cada vez más hebreo, el asedio de Gaza, y además asesinatos y detenciones”, enumera Mishal. “Si las cosas siguen así, ¿cómo puede esperar la paz Israel? Estamos obligados a seguir sobre el doble andén de la política y la resistencia”, explica.
El jefe del Buró Político de Hamas en el exilio no cree que su estatuto, que no reconoce el Estado de Israel, sea un problema para alcanzar la paz en la zona, aunque no cierra la puerta a la modificación de alguno de sus puntos.
La modificación “no vendrá por dictamen externo. Somos nosotros los que no tenemos un Estado. De todas formas nuestras posiciones verdaderas están en el texto del acuerdo nacional aprobado en 2006 por el conjunto de partidos y facciones”, indica Mishal.
Este texto “coincide con nuestro programa político: un Estado palestino en las fronteras del 4 de junio de 1967, incluidos Jerusalén este y el reconocimiento al regreso de los refugiados. Como se acordó en La Meca, delegamos a la Autoridad Nacional Palestina la negociación con Israel y el resultado deberá ser llevado al Parlamento o a referéndum”, concluye.