El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha señalado hoy a los comicios catalanes del 27S como la "parrilla de salida" para las elecciones generales, y ha asegurado que su resultado "va a contar mucho" para lo que ocurra en la cita con las urnas de diciembre.
En declaraciones a la Cadena Ser, Iglesias ha admitido que la campaña de las elecciones catalanas, que concluye hoy, ha sido "muy difícil" y que Podemos está ante un "momento histórico", en el que se está "dejando la piel" y va a "apretar hasta el final".
Tras apostar por que los catalanes expresen su voluntad en un referéndum, el líder de Podemos ha dicho que si fuera presidente del Gobierno se sentiría vinculado políticamente por el resultado de esa consulta porque siempre que "la gente vota" implica un "mandato político". Tendría -ha afirmado- "una vinculación política".
No obstante, ha añadido que tras ese referéndum se tendría que buscar la fórmula de articular una solución a través de un proceso constituyente para hablar de todo, incluida la cuestión territorial, y con una amplia discusión "en todo el país" sobre "todas las cuestiones que tienen que ver con el marco de convivencia".
Incluso con una nueva Constitución, que vincula a todo el Estado, ha defendido tras recordar que Podemos ha definido a la actual Carta Magna como "candado", en la que -ha admitido- hay cosas buenas que "no se han respetado".
"Hablemos de todo y que todas las opciones estén encima de la mesa", ha enfatizado tras hacer hincapié en que no quiere que Cataluña se vaya de España.
Ha defendido que la solución no se puede imponer a los catalanes, sino que hay que convencer y seducir para construir un proyecto "en el que quepa todo el mundo".
Por eso, ha continuado, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, tiene miedo a que gane Podemos: "Porque sabe que si ganamos seguramente la mayor parte de los catalanes no se querrían ir".
Respecto a posibles acuerdos tras el 27S, Iglesias ha descartado apoyar a cualquier Gobierno con Artur Mas o consejeros de CDC, pero ha abierto la puerta a un acuerdo que sitúe como president a Lluis Rabell -el candidato de Catalunya Sí que es Pot, la marca en la que se integra Podemos- con diputados del PSC, ERC y la CUP.