La jornada de huelga convocada para hoy en toda España por la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) con el apoyo del sindicato CSIF está siendo secundada por más del 90 por ciento del colectivo, lo que ha obligado a paralizar la mayoría de centros de exámenes y las pruebas previstas para hoy.
Al igual que la jornada de protesta organizada hace dos semanas, el paro ha provocado que se suspendan más de 7.000 pruebas prácticas en toda España, destaca CSIF en un comunicado en el que señala el seguimiento de la huelga en ciudades como Madrid (80 %), Barcelona (88 %), Sevilla (90 %), Málaga (100 %) Valencia (70 %), Bilbao (87,5 %), Coruña y Santiago (100 %) o Logroño (100 %).
Según Asextra, han secundado el paro 500 examinadores de los cerca de 700 que hay, por lo que 24 jefaturas han quedado "paralizadas al cien por bien y otras 16 al 90 por ciento".
La de hoy es la segunda jornada de huelga que los examinadores han convocado y que seguirán hasta el 31 de julio todos los lunes, martes y miércoles, de modo que solo se examinará con normalidad dos días por semana, una situación que lamentan las autoescuelas por los daños colaterales que este conflicto está provocando a su sector.
"Entendemos la labor de los examinadores y no entramos a valorar sus reivindicaciones pero no pueden utilizar de rehenes a las autoescuelas para conseguir lo que quieren", ha dicho a Efe Ricardo Cano, miembro de la patronal de las autoescuelas que desde hace meses reclaman como Asextra un aumento de examinadores de tráfico.
Cano denuncia que la huelga está generando un enorme daño a las autoescuelas en plena campaña de verano cuando más alumnos se presentan a las pruebas para lograr el permiso de conducir.
Para analizar la situación, el CSIF asegura que la Dirección General de Tráfico les han emplazado a una reunión mañana en la que propondrá, según avanza el sindicato, la incorporación a la plantilla de personal de las Fuerzas Armadas, procedente de Tropa y Marinería, una solución que tildan de "despropósito".
Ya el pasado jueves, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, se reunió con el comité de huelga, pero sus propuestas no sirvieron para desatascar el conflicto, toda vez que no admitió la subida del complemento específico, una de las principales demandas de los examinadores.
El colectivo demanda la escasez de plantilla (unos 700, 200 menos que antes de los recortes), según sus propios datos, y la continua fuga de funcionarios por las condiciones que se imponen desde la administración.
Los examinadores ya estuvieron en huelga en 2015, protesta que terminó con un acuerdo con la DGT que -según denuncian- no se ha plasmado ni en relación con los complementos retributivos ni en la mejora de las condiciones de seguridad a la hora de entregar los resultados.