Un agricultor vecino de Gibraleón, Juan José Gallardo, ha decidido regalar casi tres toneladas de naranjas a sus vecinos ante las pérdidas que le suponen
Un agricultor vecino de Gibraleón, Juan José Gallardo, ha decidido regalar casi tres toneladas de naranjas a sus vecinos ante las pérdidas que le suponen en estos momentos venderlas a un coste que le dé beneficios, además de llamar la atención sobre el problema que sufre en este sentido el sector agrícola.
Según ha señalado, mientras que a él, como agricultor, le cuesta producir un kilo de naranjas entre 28 y 30 céntimos de euro, los intermediarios le ofrecen apenas 14 o 15 céntimos por kilo, una cantidad que baja a 9 o 10 céntimos para la destinada a industria para la fabricación de zumos.
A esto se une que el consumidor final paga una variable de entre 1,40 o 1,50 euros por un kilo de naranjas de mesa que en ocasiones llega de países como Sudáfrica, mientras que no hay salida para los cítricos onubenses, que terminan pudriéndose en el árbol, lo que ha hecho que, en varias ocasiones, se haya recogido la fruta para tirarla directamente, con el fin de tener limpio el naranjo.
Ante esta situación, como ha explicado a EFE, Gallardo ha colocado esta semana sus naranjas en tabales en un polígono industrial cerca de la tienda donde habitualmente vende sus productos y, a través de las redes sociales, ha hecho un llamamiento a los vecinos del municipio que las quieran gratis para que pasen a recogerlas.
A la situación actual se ha unido la subida de todos los costes derivados de la guerra en Ucrania, el encarecimiento de la mano de obra o el incumplimiento de la ley de Cadena Alimentaria, aprobada el pasado mes de diciembre por el Gobierno, que fija los criterios fundamentales para que el agricultor cubra los costes de producción y no se pueda vender por debajo de los mismos.