El próximo 30 de noviembre se cumplirá el XXV aniversario de la firma del Tratado o Convenio de Albufeira entre España y Portugal, que regula la protección y el aprovechamiento sostenible de las aguas de las cuencas hidrográficas de los ríos compartidos entre ambos países (Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana). Los gobiernos respectivos anunciaron en septiembre de 2022 la revisión del acuerdo, forzados por la extrema sequía que en los últimos años sufre la Península Ibérica.
Sería la oportunidad para tratar de garantizar la
obtención de nuevos recursos hídricos para Doñana y su entorno.
Pero aunque el Tratado no sufriera modificación alguna, expertos como Juan Saura, exdirector de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, creen posible un pacto tácito de buena voluntad que permitiera esa posibilidad.
Juan Saura fue uno de los técnicos que intervino el pasado mes de junio ante la Comisión de Fomento del Parlamento de Andalucía con motivo de la tramitación de la proposición de ley de Regadíos al Norte de la corona forestal del parque nacional de Doñana.
En su comparecencia afirmó que
el modo más sencillo de llevar agua al parque y su entorno es desde el río Guadiana, lo que obligaría a un trasvase inter cuencas hidrográficas, que deberían aprobar las Cortes, y aparentemente podría entrar en conflicto con Portugal en virtud del Tratado o Convenio de Albufeira, firmado por los Ejecutivos de los dos países ibéricos el 30 de noviembre de 1998 y que regula los caudales mínimos de los ríos que cruzan la frontera entre ambos. Entró en vigor en febrero del año 2000 y fue revisado mediante un Protocolo añadido en el año 2008.
Sin embargo, Saura destaca que solo después de la firma de ese tratado Portugal construyó sobre el río Guadiana, en su región del Alentejo, la mayor presa de Europa Occidental, la de Alqueva, que ocupa una superficie de 250 Km2 (25.000 hectáreas), 11 Km2 más que todo el término municipal de Zalamea la Real. Tiene una capacidad de 4.150 hm3.
Esa presa se alimenta mayoritariamente de aguas españolas, según Juan Saura, el cual opina que por reciprocidad y por los servicios que presta España al país vecino al evitarle inundaciones con su sistema de presas reguladoras del caudal de los ríos transfronterizos en caso de temporales, el Gobierno luso debería permitir la captación de agua (más/menos 100 hm3 anuales, en función de las precipitaciones de cada ejercicio) en el curso inferior del río Guadiana para recargar el acuífero del que se nutre Doñana, cuya recarga sufrirá un déficit de 36 hm3 anualmente ya a partir de 2039.
Hay que señalar además que de
los ríos Duero y Tajo Portugal recibe unos 2000 Hm3/año de agua procedente del territorio español, regulada en las presas españolas, especialmente en Alcántara, que permite y garantiza el riego de decenas de miles de hectáreas en las vegas de Oporto y Lisboa, con aguas del Duero y del Tajo respectivamente.
El agua del Guadiana, desembalsada en Alqueva hasta un máximo de 100 hm3 (2,5% de la capacidad del embalse), se podría captar en el sitio denominado Bocachanza, donde existe una estación de bombeo en la confluencia con el río Chanza con capacidad para elevar a la presa ubicada en este afluente onubense hasta unos 70 hm3 anuales, susceptibles de ampliación.
El agua desembalsada en Alqueva discurriría por el Guadiana de forma natural hasta el bombeo de Bocachanza , y de aquí a través del canal de Trigueros hasta el túnel de San Silvestre, cuyas obras de modernización y ampliación se van a iniciar de forma inminente con un presupuesto de 70,6 millones de euros. Posteriormente habría que transportar el líquido elemento hasta los canales de la comunidad de regantes del Fresno, ya en la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, para así recargar el acuífero de Doñana.
Otra opción
Según Juan Saura, el Tratado de Albufeira reconoce que España puede derivar hacia otras cuencas hidrográficas (piénsese en el trasvase Tajo-Segura) hasta 1.000 hm3 de agua anualmente, por lo que si se tomara el
agua del Tajo con destino a Doñana, el Gobierno de Portugal no podría oponerse.
El punto clave para esta hipotética toma sería aguas abajo de la presa de Alcántara, situada en la provincia de Cáceres y con una capacidad de 3.162 hm3.
Juan Saura subraya que la presa de Alcántara dista poco más de 90 kilómetros en línea recta del cauce del Guadiana, río que serviría de vehículo conductor hasta el bombeo en Bocachanza del agua que precisara Doñana.
Esta solución alternativa posible serviría exclusivamente para hacer ver al país vecino que los 100 Hm3 podrían venir a Doñana desde el río Tajo y por lo tanto dejarían de llegar a las vegas de Lisboa como en este momento ocurre. Juan Saura expresa que lo que propone con la solución Alqueva es seguir cediendo esos 100 hm3 del Tajo a Portugal, a cambio de que ese mismo volumen se le dé a España desde Alqueva.
Si quieres ampliar la información, puedes consultar el
blog de Manuel Jesús Florencio.