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Huelva

Final feliz tras impedir la compra a un inmigrante en Mercadona

Queja ciudadana en la tienda de la Avenida de Andalucía tras denegarle la entrada a un individuo

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  • Fachada del supermercado -

Peter es nigeriano, lleva cuatro años en la capital onubense y más de tres pasando las horas a las puertas del Mercadona de la avenida de Andalucía, donde se saca unos euros con la venta de pañuelos en el semáforo y transportando los carros de algunos clientes del establecimiento.

Durante todo este tiempo jamás ha tenido problemas con la cadena de supermercados. De hecho, es cliente asiduo, donde también realiza sus compras. Sin embargo, el pasado sábado todo cambió, y sin saber muy bien por qué, se le negó la entrada al establecimiento, no sólo para entrar a ofrecerse a llevar los carros, sino también para realizar su compra.

Así lo aseguran varios clientes de Mercadona que estaban presentes cuando sucedieron los hechos. De hecho, no dudaron en realizar la compra por Peter y asegurar que no volverían al supermercado hasta que se le volviera a permitir el paso.

Alexandra Posada es una de esas clientas que se mostró enfurecida por los hechos y no dudó en contactar con Viva Huelva para relatar lo que considera una “injusticia”, más aún cuando Peter “es muy conocido y querido por los clientes y nunca ha dado ningún problema”.

“Todo pasó sobre las 16.00 horas del sábado, cuando el guarda de seguridad no lo dejó entrar para hacer la compra, algunos protestamos y nos ofrecimos a hacerle la compra, y varios dijimos que no volveríamos a comprar más, porque es una injusticia”, relata Posada.

Los hechos han sido también confirmados por Peter, que prefiere no echar leña al fuego para “no buscarme problemas,” y que desde el sábado se había desplazado a la acera de enfrente del Mercadona para poner distancias. Aún no salía de su asombro, ya que insistía en que “nunca he tenido ningún problema y no he molestado a nadie, sólo me ofrezco a ayudar y llevar el carrito, pero si me dicen que no, no insisto”.

Vuelta a la normalidad
Afortunadamente todo ha quedado en una anécdota. Los motivos por los que se impidió la entrada siguen en el aire y no ha habido disculpas ni explicaciones, pero a última hora de la mañana de este martes un responsable de la tienda salió al encuentro de Peter para informarle de que no había ningún problema con él y que podía realizar sus compras en el establecimiento con total normalidad.

La queja ciudadana no ha caído en saco roto en esta ocasión. David ha vencido a  Goliat.

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