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Huelva

Marismas del Odiel alcanza el récord de parejas reproductoras de flamencos, con 2.500

Los expertos destacan la importancia de esta colonia de flamencos, al suponer un valor muy importante para la conservación de la especie

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  • Flamencos en el paraje -

El paraje natural Marismas del Odiel, en Huelva, ha alcanzado este año su récord de presencia de parejas reproductoras de flamencos, con 2.500, lo que asienta a este espacio como el segundo más importante de Andalucía en alojamiento de esta especie, tras Fuente de Piedra, en Málaga.

Se trata de una cifra que certifica la validez del programa de nidificación de esta especie, puesto en marcha en 2008, y en la que ha podido tener incidencia la escasez de agua en algunas zonas de Doñana, que ha hecho que se desplacen las colonias de flamencos.

Así lo explica el director conservador del paraje, Enrique Martínez, que ha destacado el dato de que de las quinientas o mil parejas reproductoras de años anteriores se ha alcanzando la cifra citada, y ha precisado que de las parejas que han llegado este año, algunas proceden de humedales importantes de zonas del Mediterráneo o el norte de África.

Otras parejas "han nacido aquí, en el mismo paraje", mientras que algunas tienen conexión, precisamente, con las colonias de Fuente de Piedra.

Los expertos destacan la importancia de esta colonia de flamencos, al suponer un valor muy importante para la conservación de la especie, así como la importancia del paraje onubense para su conservación.

Para mantener el programa, entre otras acciones, unos 500 pollos de flamenco fueron anillados en el verano de 2013 en Marismas del Odiel, con la participación de 200 personas.

El objetivo del anillamiento es conocer las poblaciones de flamencos e identificar sus desplazamientos, las zonas de reproducción y el intercambio con otras poblaciones del Mediterráneo y Norte de África.

Para el Paraje Natural es igualmente importante la colaboración y participación, de forma que la jornada constituye una ocasión para la concienciación en la conservación del espacio protegido, y además se realizan analíticas y toma de datos para proyectos científicos.

De hecho, la jornada de anillamientos aúna esfuerzos científicos, técnicos, de voluntariado y de educación, y en especial destaca la presencia de voluntarios de la Red de Marismas del Odiel.

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