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Huelva

Seis meses de cárcel para el padre de un jugador cadete por agredir al árbitro

El progenitor de uno de los miembros del Almonte CF tendrá también que indemnizar con 6.000 euros al colegiado, al que causó lesiones por las que estuvo a punto de perder un testículo y que le han hecho poner fin a dieciséis años de arbitraje

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Un juzgado onubense ha condenado al padre de un jugador del equipo cadete del Almonte CF a seis meses de prisión y 6.000 euros de indemnización por agredir a un árbitro, al que causó lesiones por las que estuvo a punto de perder un testículo y que le han hecho poner fin a dieciséis años de arbitraje.

Tras conocerse este miércoles la sentencia, el colegiado agredido, Melo Domínguez, que tuvo que ser operado y estuvo 135 días de baja, ha expresado su satisfacción por este fallo que condena al agresor por unos hechos ocurridos el 12 de febrero de 2012, durante un partido de cadetes entre el Almonte y el Gibraleón.

El árbitro ha relatado a Efe que la agresión se produjo después de que le reclamara al delegado de campo que un grupo de aficionados ubicados fuera de las gradas, que insultaban a los jugadores del equipo visitante, se colocaran en la zona habilitada, solicitud a la que accedieron todos ellos, salvo el ahora condenado.

Entonces, este hombre, según la versión del colegiado, le amenazó y decía que "no se iba, que el árbitro era un chulo y ese era su campo y no le echaba nadie", y posteriormente, al llegarse al descanso del partido, le "lanzó una patada en la zona genital, entró en el vestuario y cogió una silla" para agredirle "de nuevo".

"Tuve que irme al centro de salud y estuve ingresado en el hospital cinco días. Me tuvieron que operar y estuve tres días más ingresado", ha recordado el árbitro, que en total estuvo 135 días de baja y que estuvo "a punto de perder un testículo".

Cuando estaba en el hospital, ha añadido Melo Domínguez, se le notificó que este hombre le había denunciado por una presunta agresión, acusación de la que ahora ha sido absuelto.

Ha explicado que el condenado nunca se arrepintió y, en su declaración en el juicio, reconoció que "su intención al ir al vestuario era" la de agredirle "y lo justificó diciendo que todos los árbitros que iban por Almonte siempre iban buscando liarla".

"Estoy satisfecho en cuanto a que he salido absuelto. Era una total injusticia que encima de que me había agredido, tuviera que ir como imputado", ha afirmado Domínguez.

Ha indicado que este ha sido "el primer incidente" que ha tenido como colegiado y ha lamentado tener que retirarse del arbitraje "por recomendación médica", pues, después de "tantos años, esto forma parte de tu vida y es duro dejarlo".

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