El tiempo en: Arcos
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Huelva

La desolación de la suplencia

La jugadora Alicia Muñoz muestra su impotencia por no poder demostrar todo lo que puede aportar al equipo campeón de Copa

Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Asistentes a la tertulia -

Tan lejos de su casa como de entrar en los planes del entrenador del Fundación Cajasol Sporting, Antonio Toledo. La jugadora Alicia Muñoz muestra su impotencia e incluso rabia por no poder demostrar todo lo que puede aportar al vigente equipo campeón de Copa de la Reina. De Albacete, jugando allí durante 13 años hasta el pasado mes de noviembre, con 27 años, sin minutos en Huelva y con la posibilidad, más que probable, de que cuelgue las botas si no hay un cambio radical de aquí a final de temporada y goza de un papel más protagonista en un conjunto onubense consolidado por una camada de futbolistas que llevaron a este club humilde por presupuesto a tutear a los ‘grandes’ de España.

De la frustración de la suplencia y de la opción del IES La Orden de Bádminton de alzarse con su tercer título ligero consistió el gustoso menú de la tertulia ‘Ellas son la élite’ que realiza todos los martes Viva Huelva en la Taberna Guatiné, situada en pleno centro de la capital onubense, que tuvo como invitadas a las jugadoras del Fundación Cajasol Sporting Alicia Muñoz e Irene Rodríguez, y la volantista del IES La Orden, Haideé Ojeda.

Con las conmovedoras palabras de Alicia Muñoz arrancó la tertulia de esta semana. “Me da impotencia y rabia jugar tan poco. Sé que tengo mucho que dar, pero no estoy disfrutando de los minutos que quisiera. Por mucho que hago en los entrenamientos acumulo muchos partidos sin jugar o con pocos minutos. Tengo ganas y motivación, pero llega un momento en el que da igual lo que haga porque no voy a jugar”, dijo la albaceteña que solo ha sido titular en dos partidos de los nueve que ha disputado de Liga. Largos viajes en autobús por los campos del país, perseverante en los banquillos, alejada de su familia casi 600 kilómetros y tras ser habitual en el equipo de toda su vida, Alicia Muñoz llegó a Huelva “muy ilusionada después de un último año en Albacete que fue un poco desmadre por las faltas de respeto que tenía la entrenadora”. Ahora espera “terminar la temporada aquí y si sigo sin jugar me tendré que marchar, algo que podría llevar a que “deje el fútbol porque no tengo representante y al estar un año sin apenas minutos es difícil encontrar equipo”. “Me da pena porque estoy súper a gusto aquí con las compañeras, la ciudad, todo. Hubiese hecho las maletas ya, pero me gustan terminar las cosas”, sentenció una cabizbaja jugadora sportinguista que le cuesta asumir su rol secundario en Huelva.

Hace pocos días, la jugadora manchega explicó que el técnico Antonio Toledo “me dio ánimo y me dijo que le encanta cómo juego, pero que luego en los partidos juego con presión. No hemos tenido enfrentamientos. Es cierto que vine a un equipo que está definido el once, pero también hubiese agradecido que en las primeras semanas o primer mes de estar aquí si ve que no voy a jugar pues me lo hubiese dicho”.
Alicia Muñoz es delantera y lleva dos jornadas seguidas sin jugar y eso que Martín-Prieto, habitual titular en el ataque sportinguista, ha estado ‘KO’ por lesión. “Me da cosa porque se lesionó una jugadora y me desmotiva no tener minutos. Por mi forma de ser el no jugar lo llevo muy mal. Además, somos compaginables, ella es potencia y velocidad y soy yo más de jugar al pie. Hemos coincidido muy pocos minutos juntas”.

Por su parte, Irene Rodríguez, una onubense que ha subido al primer equipo esta temporada tras ser una de las destacadas del filial en su ascenso a Liga Femenina 2, asume que no pueda tener los minutos este año que ella quisiera, pero “estoy cogiendo experiencia y aprendiendo cada día de las compañeras. Solo estoy esperando que cuando llegue mi oportunidad pueda aprovecharla aunque me gustaría jugar más como a todo el mundo”. Además, resaltó que no le importaría “jugar  en el primer o segundo equipo”, pero dice tener “paciencia porque acabo de subir al primer equipo”.

La celebridad de Haideé Ojeda
La volantista Haideé Ojeda, jugadora del IES La Orden e internacional con la Selección española, consiguió a finales del pasado mes de febrero la medalla de bronce en el Europeo por equipos disputado en Kazan (Rusia). Aparte está preparándose para la fase final del campeonato liguero con el club onubense que está a un paso de conseguir su tercer título de División de Honor.
“Ahora mismo parece que estamos destacando en el bádminton las mujeres. Empezó Carolina Marín y ahora hay más chicas y jóvenes que estamos haciendo historia. Es una gran noticia que estemos compitiendo al más alto nivel mundial”, aseguró Ojeda, quien se refirió a la frustración que castiga a un profesional cuando su papel es secundario: “Alguna vez he vivido situaciones desagradables con la Selección española, porque no apoya los partidos de dobles y entonces muchas veces me he quedado fuera de muchísimas convocatorias, habiéndomelas merecido. Es algo que frustra porque ves a gente compitiendo a nivel nacional o internacional y crees que tú puedes estar por delante y conseguir mejores resultados”.
 

Haideé Ojeda se mostró esperanzada de conseguir un nuevo título a nivel de clubes con el IES La Orden y en el mes de abril jugará la fase final de Liga contra el Club Bádminton Oviedo o ante Soderinsa Rinconada. “Preferimos a Oviedo porque aunque sea un rival difícil, es el único que nos ha ganado este año, pero a priori nos sentimos un poco superiores. Rinconada se ha reforzado con una jugadora inglesa y están jugando muy bien”.

Para terminar, preguntada por la convivencia en su casa con su padre Paco Ojeada, entrenador del club onubense, no tuvo más remedio que confesar Haideé que “intentamos no hablar de bádminton, pero tarde o temprano sale. Mi padre no es capaz de dejar el club hasta que no vea a alguien capaz de coger el testigo. Ha delegado muchas funciones, pero no es capaz de dar ese paso definitivo”.

Dos visiones opuestas de la realidad de los deportistas. La delgada línea del éxito al fracaso.    n

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN