Desde el Pago de la Fuente de la Peña y por el barrio de La Glorieta, en plena primavera y en un atardecer más típico de verano que del mes de mayo, el Santísimo Cristo de Charcales ha celebrado su tradicional procesión, con una comitiva en la que la junta de Gobierno de Víctor Lombardo, Hermano Mayor, estuvo acompañada, en su segundo año de mandato, de numerosos devotos y representantes de cofradías de Gloria.

El itinerario lo llenaron de alegría, con un recorrido apoyado por la presencia de dos bandas de música. Detrás del Cristo, la Banda Municipal de Jaén; y abriendo la procesión, Blanco Nájera. El recorrido se llenó de jienenses, que no dejaron solo al crucificado, que este año ha estrenado su trono, un año más cubierto de un monte de claveles rojos, fruto de la ofrenda floral de los jienenses al Cristo del Arroz.

El tiempo acompañó y los devotos han vivido una romería con gran afluencia. La jornada matinal arrancó como el día grande que se esperaba. El pasacalles por el centro de la ciudad, con estandartes y banderas de la Cofradía, y la ofrenda floral a Nuestro Padre Jesús en el Santuario-Camarín, fueron los momentos más especiales de la mañana. Es una romería esperada en la capital y una fiesta arraigada en Jaén, en torno a un Cristo crucificado con su faldellín y espaldar bordado.

Tras la Misa oficiada en la Ermita, los cofrades celebraron una jornada de convivencia, antesala de una tarde de procesión que echó a la calle a los jienenses.

La entrada al barrio de La Glorieta ha marcado el paso de la procesión, por el ambiente festivo y devoto de los jienenses que esperaban su paso.