El Ayuntamiento de Jerez ha licitado las obras integradas en el proyecto de actuaciones en la zona norte una vez modificado tras haberse detectado que en el documento inicial se planteó la construcción de una pista polideportiva en suelos del operador ferroviario ADIF situados en la avenida de Descartes.
Tal y como se avanzó entonces desde el Gobierno local, este complejo deportivo se levantará en una parcela de titularidad municipal de la calle Santa Antonia.
Al igual que en el proyecto original se prevé la implantación de una pista polideportiva deportiva de barrio y un área de calistenia que dispondrá de diversos elementos de barras y bancos específicos para la práctica de esta disciplina.
La pista deportiva estará dotada del mobiliario adecuado y perimetralmente dispondrá de un cerramiento con muro de hormigón y malla de simple torsión en los fondos y zonas de áreas.
Para completar la ordenación de esta parcela se ejecutará una pequeña plaza sobre una superficie de 800 metros cuadrados salpicada con parterres ajardinados y caminos, zonas de descanso y un área con elementos biosaludables.
El resto del proyecto de intervención en las zonas de Palos Blancos y San José Obrero no experimenta cambios.
Así, se han previsto diversas actuaciones en las calles Santa Jesusa y Ermita de Cuatrovitas, fundamentalmente, contemplándose nuevos aparcamientos y zonas de esparcimiento y ejercicio al aire libre.
El Gobierno local destina a estas actuaciones un presupuesto total de 1.001.740 euros (IVA incluido), disponiendo el adjudicatario de las obras de un plazo de seis meses para ejecutarlas.
Las ofertas pueden presentarse hasta el próximo 14 de marzo.
La Junta de Gobierno local declaró el pasado mes de enero el desestimiento del procedimiento de contratación de las obras que había previsto en la zona norte, para cuya ejecución llegaron a presentar ofertas hasta quince empresas constructoras.
El desestimiento se produjo después de que se advirtiera de que algunas de las actuaciones se habían planificado sobre suelos de ADIF.
El propio operador ferroviario desaconsejó entonces la utilización de esa superficie, al considerar que debía quedar libre para las futuras necesidades del apeadero que se proyecta para esta zona.