La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) empezará a funcionar “en pruebas” en junio de 2023 con el objetivo de que quede “totalmente implantada” en diciembre de ese mismo año. Eso llevará al Ayuntamiento de Jerez a restringir el acceso del tráfico al centro de la ciudad con el objetivo de cumplir con las normas con la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética.
Precisamente esa es la finalidad con la que se ha licitado el suministro e instalación de la sala de control de tráfico, cámaras de lectura de matrícula, cámaras de control de tráfico y control de carga y descarga, por un importe de 999.998 euros.
Esas cámaras permitirán identificar a los vehículos que circulen por los lugares reservados a residentes y autorizados, habilitándose además un mecanismo de notificación inmediato a la Policía Local que agilizará la tramitación de las correspondientes sanciones.
El Ayuntamiento de Jerez no ha definido todavía las calles por las que no se podrá circular salvo autorización expresa, si bien el Plan de Movilidad Urbana Sostenible ya advertía de la necesidad de acabar con un modelo de circulación isótropo en el que “todos los vehículos pasan por todos los sitios”, lo que viene propiciando “tráficos de paso oportunistas que alteran la tranquilidad de los barrios”.
En el caso del centro histórico, parece evidente además que el progresivo desarrollo del concepto de plataforma única va a terminar otorgando prioridad al peatón sobre el vehículo.
Se parte de la base de que la ciudad de Jerez cuenta en la actualidad con un parque móvil de casi 148.000 vehículos, habiendo experimentado un crecimiento del 61 por ciento en la última década. De hecho, “sólo la crisis ha provocado que en el último año el parque móvil haya descendido un discreto 0,11 por ciento”.
Así, ante “tal crecimiento vehicular y peatonal” el Ayuntamiento requiere de “una adaptación” del tráfico que asegure a los ciudadanos “una movilidad tecnológicamente controlada y con proyección a futuro”.
Según el Consistorio, la ciudad “cuenta con un sistema de transporte urbano y de carril bici con una cobertura de población muy elevada”, a pesar de lo cual se reconoce que “el modelo de movilidad se caracteriza por un excesivo uso del transporte privado motorizado, lo que provoca conflictos de uso de los espacios urbanos además de importantes niveles de contaminación atmosférica, acústica y visual”.
La nueva Jefatura de la Policía Local será dotada de un centro de control de tráfico de última generación que se apoyará en cámaras y lectores de matrículas instalados por toda la ciudad.
Todas estas herramientas estarán interconectadas, hasta el punto de que Movilidad podrá introducir las matrículas de los vehículos que circulen por espacios restringidos en una lista negra para su posterior localización. Este control estará operativo las 24 horas del día.
Estos sistemas de control vienen siendo ya aplicados en numerosas ciudades españolas, desarrollándose fundamentalmente en el centro histórico de las mismas.
Jerez es uno de los casi 150 municipios españoles que, al tener una población de más de 50.000 habitantes, están obligados a contar con una Zona de Bajas Emisiones antes del 31 de diciembre de 2023.