No solo las grandes firmas se han adelantado a la campaña de rebajas de verano que empieza esta noche en APP y web y este jueves llegará a las tiendas físicas, el
pequeño comercio también
ha empezado a mover ficha. Para ello, ya hay un buen número de
negocios tradicionales que empiezan a reservar zonas outlet en sus establecimientos con ropa y artículos de baño de otras temporadas y descuentos de hasta el 50 por ciento para incentivar el consumo, que anda de capa caída con la inflación por las nubes.
Si a ello se une
la amenaza de una huelga de transportes en julio por la subida de los precios del gasóleo, el resultado es un
contexto donde reina la “incertidumbre”, tal y como apunta la presidenta de la Asociación de Comeciantes del Centro de Jerez, Acoje, Nela García, que entiende que el sector “se adapte a la demanda” promocionando sus artículos antes de la fecha tradicional (a partir del 1 de julio), “porque hay que empezar a atraer a la clientela”. Caso aparte es la respuesta de los clientes, que anteponen la compra de productos básicos y el gasto en luz y gasolina con precios disparados a la de prendas de ropa y calzado.
En cualquier caso, señala, la clásica fecha de la campaña de rebajas tanto de invierno como de verano desde la liberalización de la campaña de ofertas y promociones, ha pasado de ser un filón para los consumidores a una mera “orientación”, puesto que los negocios tienen descuentos y promociones durante todo el año. De trasfondo, un sector que sigue sin recuperarse de la crisis de la pandemia y que ve diariamente “cómo merma la capacidad de consumo la subida de todos los precios”. Una situación que está estrangulando a comerciantes y a consumidores y que se les hace cuesta arriba. Ahora lo que esperan es que el ambiente de paros que vuelve a acecharles se resuelva de la mejor manera y no lleguen al extremo de la huelga.