Así, la empresa señaló que los trabajadores que forman parte del servicio municipal de aguas disfrutan de una jornada laboral de 35 horas semanales (7 horas diarias), y que reivindican para el nuevo convenio una reducción de su jornada durante los meses de verano para que su horario sea de 08.00 a14.00 horas, pasando a trabajar 30 horas semanales (6 horas diarias).
Aqualia indicó que el cómputo total de esta reducción de jornada para los meses de julio y agosto supone la pérdida efectiva de aproximadamente 3.000 horas de trabajo, y que la empresa “no puede permitirse renunciar a 3.000 horas de trabajo al año”, debido a que ofrece un servicio público de suministro de agua potable y evacuación de aguas residuales durante 24 horas al día los 365 días del año, y esta pérdida de horas de trabajo podría afectar al servicio prestado.
Además, aclaran que la empresa “ha estado y está en todo momento abierta a negociar” fórmulas para compaginar el horario de salida deseado por los trabajadores con el cumplimiento del cómputo anual de horas, habiendo ya propuesto dos alternativas que contemplan la salida a las 14.00 horas en los meses de verano.
Estas pasan por establecer el horario de entrada a las 07.00 horas durante los meses en los que la salida sea a las 14:00 (julio y agosto); y establecer el horario de 08.00 a 14.00 horas durante los meses de verano y recuperar las horas restantes el resto del año.
Esto supondría para el personal de oficina trabajar durante tres horas una tarde al mes, de forma que se pudiera dar servicio a aquellos ciudadanos que, por motivos laborales o de cualquier otro, no pueden acudir a la oficina en horario de mañana. Para el personal de red se traduciría en un refuerzo del turno de tarde en las mismas horas perdidas con objeto de mejorar el servicio prestado.
Aqualia señaló que ninguna de estas alternativas ha sido aprobada por la asamblea de trabajadores, y que las propuestas demuestran que Aqualia “está dispuesta a ser flexible, no sólo económicamente sino también en horario”.