Adelante Andalucía ha querido destacar su compromiso con la bioclimatización de los centros escolares para aminorar las altas temperaturas que sufre el alumnado tanto en las aulas como en los patios. El segundo aspecto que mencionan es replantear el papel que podrían jugar los comedores con una gestión municipal con perspectiva comunitaria a la hora de garantizar una alimentación de calidad y saludable al conjunto de la población, así como fomentar una producción agrícola justa y agroecológica. La formación también reivindica el papel de la formación profesional pública frente al avance de la privada, al tiempo que propone la creación de escuelas taller que ofrezcan la formación requerida para el nuevo empleo que se generará en la transición ecológica.
Magdalena Bello, profesora e integrante de la lista de Adelante Andalucía para las elecciones municipales como número 4, ha explicado que “ni la Junta ni el Ayuntamiento de Jerez se han tomado en serio la Ley de Bioclimatización de los centros escolares elaborada por el movimiento Escuelas de Calor, ni se ha realizado la guía, ni se han plantado árboles, ni nada, las aulas siguen siendo saunas”. Según Bello, “cada vez se notan más los efectos del cambio climático, los árboles tardan en crecer y dar sombra, por lo que no podemos seguir esperando a que el político de turno crea conveniente hacer algo, hay que actuar ya, y en ese sentido, nuestra propuesta de recuperación del vivero municipal también podría cumplir la función de aumentar la vegetación en los centros para una atemperación bioclimática”.
Actualmente de los setenta centros de infantil, primaria, secundaria y FP que tenemos en la ciudad, las obras tan sólo se han comenzado en quince centros y en muchos casos la comunidad educativa no está conforme con el resultado. En esa línea, Adelante Andalucía señala que “los despachos de los de siempre están muy bien climatizados mientras nuestro alumnado y el profesorado estamos pasando en los centros un calor insoportable”. Como alternativa, desde la Junta de Andalucía, se ha adelantado el protocolo ante las altas temperaturas “diciéndonos que el alumnado puede salir a las 12 de la mañana olvidándose de la conciliación familiar y de la obligatoriedad de la enseñanza”.
En relación a los comedores, Bello ha expuesto que “nuestro proyecto no se queda sólo en la mejora de los comedores escolares, esto lo damos por descontado, sino que además nos gustaría ir más allá y apostar por un modelo público, con gestión comunitaria, de comedores y cocinas municipales que den de comer a una importante parte de la población en todos los barrios”. En nuestra ciudad, de los casi 50 centros de infantil y primaria, tan solo 28 tienen comedor lo que dificulta mucho que las familias de distintos barrios de nuestra ciudad puedan tener una buena conciliación familiar. Según Bello, “además del problema de la subida del precio en los alimentos, la comunidad científica cada vez encuentra más vínculos entre la mala alimentación y las enfermedades derivadas como la obesidad, la diabetes, el cáncer o problemas cardiovasculares”.
La formación andalucista defiende la creación de una red de comedores municipales en los distintos barrios, que gestione los comedores en colegios y centros públicos existentes, “dando de comer no sólo al alumnado sino también a sus padres y madres, abuelos y abuelas”. No obstante, su propuesta trata de ir más allá incluyendo en la red el comedor del hospital y las residencias de mayores, así como la apertura de otros tantos en el entorno de centros de trabajo con plantillas lo suficientemente grandes y en los que las plantillas de trabajadores/as no sufran las consecuencias de la externalización de los servicios como hasta ahora.
Adelante Andalucía plantea que este modelo podría implicar un cambio en las relaciones de la cadena alimentaria en favor de los pequeños productores. Bello alega que “con una gestión municipal de la red de comedores, con perspectiva comunitaria, se centralizaría la compra de una gran cantidad de alimentos, y por tanto, se podrían establecer relaciones directas con los productores, influyendo no sólo en la calidad de la alimentación, sino también en el cómo se produce”. La perspectiva de la formación andalucista es que bajo este sistema se tendría mucho poder para “fomentar la producción de alimentos bajo un modelo de cooperativas agroecológicas”.